Militancia

Somos nosotros

por La Cámpora
24 jun 2011
En la madrugada del viernes 24 de junio falleció el compañero Fernando “Chichoˮ Bení­tez, militante de La Cámpora. Tení­a 28 años. "Chicho" militaba en la Comuna 11, en la Ciudad de Buenos Aires, donde vivió toda su vida. Con mucho esfuerzo pudo abrir un kiosco en el barrio y por eso lo conocí­an muchos pibes. Anoche, por querer frenar una pelea callejera, lo apuñalaron. Nosotros queremos recordarlo a él, como un ejemplo para todos. Queremos recordarlo por su solidaridad y por su sello distintivo: Chicho emanaba alegrí­a por todos los rincones por donde pasaba. Su bandera era su sonrisa. Y esa sonrisa no era casual, porque era plenamente conciente del proceso polí­tico que vivimos, el cual cambió su propia vida. Pero como todo buen militante de las causas populares, con eso no le alcanzaba. Chicho decí­a que solo tení­a un sueño: que no haya ningún pibe viviendo en la calle. Recorrí­a dí­a y noche todas las esquinas y las plazas del barrio donde viven otros jóvenes en condiciones de marginalidad. Y al volver siempre decí­a: "A esos guachines hay que darles una esperanza y ¿sabés como se enganchan?". Esa misma indignación y tristeza por las injusticias fueron las que lo motivaron a sumarse a La Cámpora. Y fue esa misma alegrí­a que le dio la militancia   y un proyecto colectivo lo que le daba fuerzas cada dí­a para luchar conciente de que no se rendirí­a hasta dar todo por cumplir aquel sueño. Amaba profundamente la vida y eso se notaba. Por eso, pese al dolor, su familia quiere despedirlo en el lugar en el que Chicho era más feliz. Ese lugar es donde él convocaba a otros pibes para inscribirse al Programa de Empleo Joven. Ese lugar pasó a ser en muy poco tiempo su segundo hogar, la unidad básica del barrio de Paternal. Chicho nos deja una frase que repetí­a constantemente: "Somos nosotros". A cada compañero que se sumaba, le explicaba que esa frase sintetizaba el orgullo y la alegrí­a de ser lo que somos como parte de este proyecto. Acá seguirás con tu sonrisa maradoniana siempre a cuestas, bailando al compás de los bombos y cantándole a Néstor mirando al cielo. Acá seguirás, entre nosotros y en el recuerdo vivo de aquellos que nunca mueren. Y acá seguiremos nosotros recordándote como merecés; militando para que no haya más injusticias ni pibes con hambre. Quedate tranquilo, Chicho, Somos nosotros. [slideshow id=24]