í‰sta situación no nos es ajena, la desnaturalización de prácticas violentas y la visibilizacion de denuncias en nuestro propio espacio político nos llevan a afirmar que como organización del campo popular en nuestro seno viven y se reproducen las mismas prácticas machistas que se dan en la sociedad.
Desde que comenzamos a problematizar la política con perspectiva de género hemos tomado una decisión irreversible: A las compañeras se les cree y se las acompaña, con el fin de hacer político lo personal, para visibilizar las situaciones de injusticia y construir una organización mejor que dé respuestas a las nuevas demandas sociales.
No toleraremos en la organización múltiples varas para medir las conductas de lxs compañerxs. No importa la trayectoria o la responsabilidad, frente a las denuncias corresponde la aplicación del protocolo interno que elaboramos para atender éstos casos y lxs denunciadxs deberán atravesar las instancias que éste propone.
Sin embargo, sabemos que la respuesta punitiva no conforma ni repara ninguna injusticia por ello también asumimos el compromiso de buscar alternativas superadoras que nos permitan mejorar nuestras prácticas a partir de la sensibilización y la toma de conciencia. Creemos en la organización política como única forma posible de luchar contra el neoliberalismo y el patriarcado, y cuidar esta herramienta implica perfeccionarla permanentemente.