de la ciudad. En esta oportunidad se realizó en el Barrio La Lomita, en el asentamiento del Pujol II.
Pasado el mediodía comenzaron los juegos con más de 70 chicos del barrio. Una gran ronda y un clásico infaltable "jugando al huevo podrido". La frescura y alegría de los chicos y chicas contagió enseguida hasta los compañeros más tímidos a no perderse ningún juego. Se practicó "bowling" con las botellas de colores y afinó puntería con latitas. Tres compañeros disfrazados de payasos con grandes pañales de colores hicieron las gracias de todos atajando bollitos hechos de medias. Canciones, bailes y más juegos hasta la hora de la merienda. Bizcochuelos y chocolatada para distraerse del frío y amucharse con los más chiquitos.
Junto a las familias del barrio, los jóvenes de La Cámpora participó de una tarde distinta donde la militancia es barrio, alegría y amor.
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de la ciudad. En esta oportunidad se realizó en el Barrio La Lomita, en el asentamiento del Pujol II.
Pasado el mediodía comenzaron los juegos con más de 70 chicos del barrio. Una gran ronda y un clásico infaltable "jugando al huevo podrido". La frescura y alegría de los chicos y chicas contagió enseguida hasta los compañeros más tímidos a no perderse ningún juego. Se practicó "bowling" con las botellas de colores y afinó puntería con latitas. Tres compañeros disfrazados de payasos con grandes pañales de colores hicieron las gracias de todos atajando bollitos hechos de medias. Canciones, bailes y más juegos hasta la hora de la merienda. Bizcochuelos y chocolatada para distraerse del frío y amucharse con los más chiquitos.
Junto a las familias del barrio, los jóvenes de La Cámpora participó de una tarde distinta donde la militancia es barrio, alegría y amor.
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