Si Malcom X viviera entre nosotros y fuera argentino, hoy cambiaría un poco su histórica frase si tuviera que referirse al compañero Guillermo: "Si no estamos prevenidos ante los medios de comunicación, nos harán amar al opresor y odiar a Moreno".
Solo así puede entenderse la sistemática campaña mediática contra un funcionario del gobierno nacional que defendió en forma inclaudicable las fuentes de trabajo y el bolsillo de los argentinos frente a la "picardía" o la ambición de los grandes empresarios que intentan sacar provecho de las mejoras en el poder adquisitivo de los trabajadores.
Esos "señores bien" que se indignan por los modales de Moreno, son los que durante tantos años se enriquecieron a costa del empobrecimiento del pueblo. Eso sí, siempre fueron muy discretos y educaditos para hacer arreglos con los politiqueros en los noventa o para hacerse millonarios especulando con el dólar.
Y eso es lo que les molesta realmente. Que a este gobierno y a esta presidenta no le interesa quedar bien ante los poderosos, regalando caricias, mimos y besitos mientras los argentinos la ven de afuera como pasaba hasta el 2003. Cristina y sus funcionarios defienden los intereses de los que nunca antes habían sido defendidos por nadie. Y para eso, a veces hay que ponerse firme.
Así que no se ilusionen tanto esas ladies de las sanas y buenas costumbres porque el compañero Moreno tenga una nueva responsabilidad en otro país. Sepan que aunque su lugar lo ocupe la Condesa de Chikoff, el bolsillo y el trabajo del pueblo lo seguiremos defendiendo con toda la firmeza y convicción.
Si Malcom X viviera entre nosotros y fuera argentino, hoy cambiaría un poco su histórica frase si tuviera que referirse al compañero Guillermo: "Si no estamos prevenidos ante los medios de comunicación, nos harán amar al opresor y odiar a Moreno".
Solo así puede entenderse la sistemática campaña mediática contra un funcionario del gobierno nacional que defendió en forma inclaudicable las fuentes de trabajo y el bolsillo de los argentinos frente a la "picardía" o la ambición de los grandes empresarios que intentan sacar provecho de las mejoras en el poder adquisitivo de los trabajadores.
Esos "señores bien" que se indignan por los modales de Moreno, son los que durante tantos años se enriquecieron a costa del empobrecimiento del pueblo. Eso sí, siempre fueron muy discretos y educaditos para hacer arreglos con los politiqueros en los noventa o para hacerse millonarios especulando con el dólar.
Y eso es lo que les molesta realmente. Que a este gobierno y a esta presidenta no le interesa quedar bien ante los poderosos, regalando caricias, mimos y besitos mientras los argentinos la ven de afuera como pasaba hasta el 2003. Cristina y sus funcionarios defienden los intereses de los que nunca antes habían sido defendidos por nadie. Y para eso, a veces hay que ponerse firme.
Así que no se ilusionen tanto esas ladies de las sanas y buenas costumbres porque el compañero Moreno tenga una nueva responsabilidad en otro país. Sepan que aunque su lugar lo ocupe la Condesa de Chikoff, el bolsillo y el trabajo del pueblo lo seguiremos defendiendo con toda la firmeza y convicción.
