serán destinados a los trajes de la murga barrial de la zona.
El domingo 5 de febrero, militantes de La Cámpora Córdoba llevaron adelante un Bingo Popular en el Barrio General Savio. A pesar de la lluvia, la gente participó con mucho entusiasmo y, finalizando el juego, los chicos que participan de la Murga demostraron lo que saben y aprendieron durante los ensayos que se están realizando desde enero, bailando alegremente para todos los presentes.
La Murga barrial participará de los carnavales de febrero, y todo el dinero que se recolectó el domingo será destinado a la confección de los trajes coloridos y brillantes que usarán los niños y jóvenes que bailarán esos días.
Desde principios de año el trabajo de la murga no cesa, y los chicos se juntan dos veces por semana para ensayar y preparar los días del carnaval y las próximas actuaciones que se darán durante el año.
La necesidad de juntar dinero para los trajes se transformó en una tarea militante, es por esto que la organización decidió convocar y organizar el Bingo, vendiendo cartones a precios populares. Las madres de los niños que bailan en la murga también participaron de la venta de los cartones.
El patio de una vecina del barrio se convirtió en una carpa gigante rodeada de sillas y mesas en las que los participantes prestaron atención a los números que salían, y la lluvia no fue un impedimento para que el bingo se convirtiera en el gran entretenimiento del día.
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serán destinados a los trajes de la murga barrial de la zona.
El domingo 5 de febrero, militantes de La Cámpora Córdoba llevaron adelante un Bingo Popular en el Barrio General Savio. A pesar de la lluvia, la gente participó con mucho entusiasmo y, finalizando el juego, los chicos que participan de la Murga demostraron lo que saben y aprendieron durante los ensayos que se están realizando desde enero, bailando alegremente para todos los presentes.
La Murga barrial participará de los carnavales de febrero, y todo el dinero que se recolectó el domingo será destinado a la confección de los trajes coloridos y brillantes que usarán los niños y jóvenes que bailarán esos días.
Desde principios de año el trabajo de la murga no cesa, y los chicos se juntan dos veces por semana para ensayar y preparar los días del carnaval y las próximas actuaciones que se darán durante el año.
La necesidad de juntar dinero para los trajes se transformó en una tarea militante, es por esto que la organización decidió convocar y organizar el Bingo, vendiendo cartones a precios populares. Las madres de los niños que bailan en la murga también participaron de la venta de los cartones.
El patio de una vecina del barrio se convirtió en una carpa gigante rodeada de sillas y mesas en las que los participantes prestaron atención a los números que salían, y la lluvia no fue un impedimento para que el bingo se convirtiera en el gran entretenimiento del día.
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