Política

Creador de sueños

por La Cámpora

27 oct 2015

Tiago es uno de esos compañeros que se vienen a la cabeza cuando escuchamos al compañero Máximo decir “mis compañeros son mejores que yoˮ. Como esos jugadores de fútbol que simplemente son “distintosˮ, de esos que mientras todos corren la pelota con la cabeza gacha, él está viendo jugadas imposibles, voladoras. Un imaginador que ve cosas que otros no vemos. Dibujos, planos, imágenes, colores. Otro mundo, mejor. Pero además esas cosas fantásticas, nuevas, inéditas que se le aparecen en la mente, Tiago las hace realidad. Inventor, que se le dice. Más que creativo, un creador. Pensar que muchos tienen la desgracia de no poder soñar. Otros sufren por no creer que lo que sueñan pueda hacerse realidad. Otra vez pensamos en la frase: “Pongamos en marcha nuevamente esta caminata eterna que es perseguir sueños, así parezcan imposibles hay que perseguirlos. Ustedes me lo enseñaron a míˮ. Tiago nos lo enseñó. Porque es un creador de sueños. [gallery ids="72410"]

Imágenes

Del sueño de la gratuidad a la pesadilla del arancelamiento

Un 22 de noviembre como hoy, pero de 1949, el presidente Juan Domingo Perón dictó el decreto N° 29.337 que eliminó el cobro de aranceles en las universidades, inaugurando entonces una nueva etapa en la historia de la Universidad Argentina: la del ingreso de los hijos e hijas de trabajadores a aquel lugar donde antes solo estaba permitido el oligarca.

Soberanía ayer, hoy y siempre

Cuando hablamos de soberanía nacional no apelamos a un sentimentalismo abstracto ni recitamos de memoria el calendario de las fechas patrias. Reivindicamos los símbolos por lo que valen y lo que representan. Recordamos las grandes gestas porque encontramos en ellas parte de lo que somos, porque vemos ahí muchos de los problemas y desafíos que tenemos por delante. Como militantes políticos nos interesa menos la historia fosilizada de los museos que la historia viva, donde el pasado se entrelaza con el presente y tiene siempre algo para decirnos; donde el presente se abre al pasado y asume la responsabilidad de hacer justicia por los que ya no están.

Por más que no les guste, estamos

Hebe saluda desde una camioneta. Tiene los labios pintados de rojo, su pañuelo blanco anudado al cuello, y una pechera que dice todos somos Cristina. “Vinimos a acompañar a los que están acompañando. No somos tan jóvenes pero todavía podemos cuidarla”. Su hablar es firme, consistente, inalterable. Sabe a qué fue. Siete horas después, en ese mismo sitio donde Hebe se hace presente, en la puerta de Juncal, Sabag Montiel va a intentar matar a Cristina.