El mejor lugar para los jóvenes es la política
Se cumplen cinco años de la sanción del Voto Jóven, una ley que los debates que generó dio lugar a la reproducción de una serie de exabruptos, desde que nos iban a dar droga por elegir a candidatxs hasta que íbamos a votar lo que nos dijeran nuestras familias, o la tristemente célebre premisa de que no estábamos capacitadxs para sufragar.
por
La Cámpora
1 nov 2017
La falta de imaginación ante la negativa de una ampliación de derechos a nuevos sectores no nos sorprendió: fue una más de las tantas a las que nos tuvieron acostumbradxs quienes hoy gobiernan el país. Con lógicas y argumentos similares a los que escuchábamos en 1951, cuando los conservadores se oponían al voto femenino.
Así y todo, a cinco años de aquella jornada histórica, nos encontramos discutiendo el ajuste en la educación pública, la persecución política dentro de los establecimientos educativos, la violencia institucional por parte de las fuerzas de seguridad hacia lxs jóvenes, el fin del Conectar Igualdad, el Plan Fines, el Progresar, la desaparición de la paritaria nacional docente y el recorte al presupuesto en educación.
Los constantes atropellos a los derechos individuales y colectivos que sufrimos como juventud intentan dejar atrás aquella supuesta “fiestaˮ de la que supimos ser parte, y de la que el gobierno ha decidido sacar al pueblo a fuerza de represión y políticas de Estado, para que se queden lxs mismxs que miraron siempre con la nuca a la gente.
Lucharemos para impedir que la juventud de nuestro país padezca lo que sufrieron otras generaciones; que se nos arrastre nuevamente hacia un país sin pluralidad de voces, con una inexistente adquisición de derechos -sociales, ciudadanos, laborales, educativos, etc.- por parte de la mayoría, y una serie de beneficios innegables obtenidos por unos pocos. No permitiremos la destrucción de un Estado que hemos logrado construir en conjunto, tanto la juventud como las precedentes generaciones.
Como generación que creció al calor de las conquistas del kirchnerismo, no podemos permitir que bajen nuestro piso de derechos. Tampoco que nos hagan creer que el ajuste que sufre nuestro pueblo todo los días es por culpa de lxs trabajadores y lxs jóvenes. Vamos a seguir trabajando, todos los días, para que en la Argentina vuelvan a caber nuestros sueños y proyectos de vida. No vamos a permitir que diezmen otra generación.
Si al presidente Mauricio Macri y a todo su gabinete de CEOS realmente le importara el futuro de este país, recomendamos que dejen de fugar plata a paraísos fiscales y la inviertan en nuestro país, que dejen de mandarnos a las fuerzas de seguridad a requisarnos por portación de cara, que realmente construyan los 3.000 jardines de infantes que prometieron, que inviertan en educación, ciencia y tecnología en vez de recortar el presupuesto del CONICET, que le cobre retenciones a las mineras y al agro en vez de aumentar los servicios en los clubes de barrio, que deje de detener a jóvenes que publican canciones contra el gobierno y entienda de una vez y para siempre que el pueblo necesita que deje de ser blanco con los poderosos y duro con los débiles.
No olvidamos: el mejor lugar para lxs jóvenes es la política.