Política

¡Hasta la victoria siempre, Ariel!

Amigo, compañero, padre, futbolero, conciliador, militante y ante todo buena persona. Esas son las cualidades que signaron tu vida.

por La Cámpora

25 abr 2023

Siempre dispuesto a dar una mano y a acompañar en todo momento, eras un ejemplo a seguir, un pibe laburante que lo único que quería era progresar y que también lo hagan quienes te rodeaban, porque entendiste desde el primer momento, y predicaste con el ejemplo, que la salida es colectiva. Por eso te dedicabas a pensar y proponer cómo construir organización, unión y fuerzas para sacar adelante a la patria y a tu barrio que tanto querías, la 21-24, donde invitabas ir a la feria los domingos y al campeonato de Cacho. Donde aconsejabas respetar siempre al vecino y probar las mejores comidas de la Ciudad. Donde te preocupabas por ayudar y organizar, como buen militante comprometido y consciente. Te vamos a extrañar compañero, pero seguiremos tus pasos, como nos enseñaste. Hasta que todo sea como lo soñaste. ¡Hasta la victoria siempre, Ariel! [gallery ids="92334,92335,92336,92337,92342"]

Imágenes

Del sueño de la gratuidad a la pesadilla del arancelamiento

Un 22 de noviembre como hoy, pero de 1949, el presidente Juan Domingo Perón dictó el decreto N° 29.337 que eliminó el cobro de aranceles en las universidades, inaugurando entonces una nueva etapa en la historia de la Universidad Argentina: la del ingreso de los hijos e hijas de trabajadores a aquel lugar donde antes solo estaba permitido el oligarca.

Soberanía ayer, hoy y siempre

Cuando hablamos de soberanía nacional no apelamos a un sentimentalismo abstracto ni recitamos de memoria el calendario de las fechas patrias. Reivindicamos los símbolos por lo que valen y lo que representan. Recordamos las grandes gestas porque encontramos en ellas parte de lo que somos, porque vemos ahí muchos de los problemas y desafíos que tenemos por delante. Como militantes políticos nos interesa menos la historia fosilizada de los museos que la historia viva, donde el pasado se entrelaza con el presente y tiene siempre algo para decirnos; donde el presente se abre al pasado y asume la responsabilidad de hacer justicia por los que ya no están.

Por más que no les guste, estamos

Hebe saluda desde una camioneta. Tiene los labios pintados de rojo, su pañuelo blanco anudado al cuello, y una pechera que dice todos somos Cristina. “Vinimos a acompañar a los que están acompañando. No somos tan jóvenes pero todavía podemos cuidarla”. Su hablar es firme, consistente, inalterable. Sabe a qué fue. Siete horas después, en ese mismo sitio donde Hebe se hace presente, en la puerta de Juncal, Sabag Montiel va a intentar matar a Cristina.