El sábado 5 de noviembre se llevó a cabo la XX Marcha del orgullo de lesbianas, gays, bisexuales, travestis, transexuales, intersex y queers, (LGBTIQ), renombrada a partir de este año para designar e investir a todos aquellos quienes participan y así puedan acudir a sus derechos como ciudadanos y ciudadanas.
La ciudad de Buenos Aires reclamó, esta vez, con orgullo e historia el sábado 5 de noviembre, mediante el jolgorio y la festividad atravesada por los colores del arco íris, la sanción de una Ley de Identidad de Género y el uso de doble apellido para los hijos de parejas anteriores ala Leyde Matrimonio Igualitario.
Además de banderas, stands, juegos, personas, disfraces, mates y más personas en una plaza históricamente atestada de un espíritu nacional y popular, las voces y la fuerza por la visibilización fueron los protagonistas que colmaron la escena. La idea principal de este año fue el tratamiento de La Ley de Identidad de género en el Congreso.
Enfilados en una columna, que como procesión, desbordaba desde Plaza de Mayo hasta el Congreso de Buenos Aires, las más de 100 mil personas, que se congregaron marchando, bailando y saltando, exteriorizaron su cotidianeidad de manera masiva; tomaron el coraje para más que salir del armario, llevarse puesto desde los cajones hasta las perchas de todos los armarios del país y de países vecinos.
Los camiones de diferentes agrupaciones se preparaban sobre la calle Hipólito Yrigoyen, con bandas de sonido, algunos Djˮ™s y el orgullo con el que se agitaban las banderas de la diversidad.
La Cámpora Diversia con un stand donde había remeras del orgullo con un diseño particular, creado por integrantes de la agrupación: Una silueta de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner amalgamada con los colores que identifican la bandera del orgullo.
Las y los jóvenes con una larga bandera de “La fuerza de la igualdadˮ arribaron al Congreso: La Cámpora Diversia,la JP Diversia, Putos Peronistas, festejaron en el micro de la Jp decorado con una bandera de grandes proporciones.
Un compañero de La Cámpora Diversia, mencionó que quedó demostrada la politización de la sociedad, particularmente de la comunidad LGBT, visibilizada en la Vigésima Marcha del Orgullo, y de esta manera se alcanzarán, en un proceso constante, derechos que “hace no mucho tiempo podrían llegar a ser impensablesˮ.
Asimismo, aseguró que "el derecho de la Identidad de Genero, conseguirá la mayoría de votos para el tratamiento de la Ley, después de esta multitudinaria marcha. Así, por ejemplo una compañera trans podrá tener su nombre de género en el Documento de Identidadˮ.
La calidez y las miradas que por la tarde se lucían bajo el sol de una Plaza de Mayo comprimida, por la noche comenzaron a dispersarse y a enfilarse bajo la noche iluminada por algunos fuegos de artificio. En la caminata las agrupaciones se dirigieron por Rivadavia hasta llegar a Entre Ríos en donde se encontraba un escenario en el cual tocó Miss Bolivia, Susy Shock, y Leo García, entre otros.
Este año, a diferencia de otros, estuvo caracterizado por la gran cantidad de familias conformadas por dos mujeres con hijos, o por dos hombres con bebés en brazos, como así también por familias heterosexuales que acompañaron la jornada. Fue una de las marchas más diversas y familiares que se pueda recordar.
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El sábado 5 de noviembre se llevó a cabo la XX Marcha del orgullo de lesbianas, gays, bisexuales, travestis, transexuales, intersex y queers, (LGBTIQ), renombrada a partir de este año para designar e investir a todos aquellos quienes participan y así puedan acudir a sus derechos como ciudadanos y ciudadanas.
La ciudad de Buenos Aires reclamó, esta vez, con orgullo e historia el sábado 5 de noviembre, mediante el jolgorio y la festividad atravesada por los colores del arco íris, la sanción de una Ley de Identidad de Género y el uso de doble apellido para los hijos de parejas anteriores ala Leyde Matrimonio Igualitario.
Además de banderas, stands, juegos, personas, disfraces, mates y más personas en una plaza históricamente atestada de un espíritu nacional y popular, las voces y la fuerza por la visibilización fueron los protagonistas que colmaron la escena. La idea principal de este año fue el tratamiento de La Ley de Identidad de género en el Congreso.
Enfilados en una columna, que como procesión, desbordaba desde Plaza de Mayo hasta el Congreso de Buenos Aires, las más de 100 mil personas, que se congregaron marchando, bailando y saltando, exteriorizaron su cotidianeidad de manera masiva; tomaron el coraje para más que salir del armario, llevarse puesto desde los cajones hasta las perchas de todos los armarios del país y de países vecinos.
Los camiones de diferentes agrupaciones se preparaban sobre la calle Hipólito Yrigoyen, con bandas de sonido, algunos Djˮ™s y el orgullo con el que se agitaban las banderas de la diversidad.
La Cámpora Diversia con un stand donde había remeras del orgullo con un diseño particular, creado por integrantes de la agrupación: Una silueta de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner amalgamada con los colores que identifican la bandera del orgullo.
Las y los jóvenes con una larga bandera de “La fuerza de la igualdadˮ arribaron al Congreso: La Cámpora Diversia,la JP Diversia, Putos Peronistas, festejaron en el micro de la Jp decorado con una bandera de grandes proporciones.
Un compañero de La Cámpora Diversia, mencionó que quedó demostrada la politización de la sociedad, particularmente de la comunidad LGBT, visibilizada en la Vigésima Marcha del Orgullo, y de esta manera se alcanzarán, en un proceso constante, derechos que “hace no mucho tiempo podrían llegar a ser impensablesˮ.
Asimismo, aseguró que "el derecho de la Identidad de Genero, conseguirá la mayoría de votos para el tratamiento de la Ley, después de esta multitudinaria marcha. Así, por ejemplo una compañera trans podrá tener su nombre de género en el Documento de Identidadˮ.
La calidez y las miradas que por la tarde se lucían bajo el sol de una Plaza de Mayo comprimida, por la noche comenzaron a dispersarse y a enfilarse bajo la noche iluminada por algunos fuegos de artificio. En la caminata las agrupaciones se dirigieron por Rivadavia hasta llegar a Entre Ríos en donde se encontraba un escenario en el cual tocó Miss Bolivia, Susy Shock, y Leo García, entre otros.
Este año, a diferencia de otros, estuvo caracterizado por la gran cantidad de familias conformadas por dos mujeres con hijos, o por dos hombres con bebés en brazos, como así también por familias heterosexuales que acompañaron la jornada. Fue una de las marchas más diversas y familiares que se pueda recordar.
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