La Favorita, hicieron una cancha de fútbol a partir de un espacio vacío abandonado, ubicado entre los barrios San Francisco y Andino, dentro del mismo barrio.
Con el trabajo conjunto de vecinos y militantes, se realizó lo que ya se venía organizando desde hace un par de meses: recuperar un espacio de prácticamente una manzana y convertirlo en una cancha de fútbol y en un lugar de recreación para todos.
Se llevaron arcos, se limpió por completo el predio, se marcó la cancha, se plantaron 18 árboles y, gracias a la ayuda de los vecinos, lo que en la mañana era un baldío, a las 15 ya era una cancha con espacios para disfrutar.
Con los compañeros de La Cámpora en La Favorita, herramientas, ganas y la ayuda de unos 30 vecinos se pudo concluir en el día la actividad. Todos aportaban, todos llamaban por sus nombres a los militantes, todos trabajaron. Desde una abuela de 80 años, hasta los más pequeños, de 5 años, que no esperaron a que esté terminada la cancha para calzarse los botines. Muchos colaboraron llevando carretillas, acarreando agua, haciendo pozos allí donde había piedras o marcando con cal los límites de la cancha.
Los vecinos tienen en claro qué es La Cámpora y la manera de hacer política de la organización. Nunca se prometió nada. Se averiguó qué les gustaría tener en ese lugar, se habló con vecinos, se estudió la zona y cuando se tuvo la certeza de poder hacerlo, se les avisó.
Un día antes, al ver llegar los arcos en una camioneta, los chicos corrían gritando contentos a lado del vehículo: se iba a hacer la cancha. Un lugar de encuentro. Un lugar más recuperado. Un baldío menos.
Todos venían y preguntaban en qué podían ayudar. Nadie se quedaba mirando. Mucha tierra. Mucha alegría al finalizar. Una foto de la mayoría bajo un arco. Una invitación a la agrupación para ir a jugar, todo un gesto de agradecimiento.
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La Favorita, hicieron una cancha de fútbol a partir de un espacio vacío abandonado, ubicado entre los barrios San Francisco y Andino, dentro del mismo barrio.
Con el trabajo conjunto de vecinos y militantes, se realizó lo que ya se venía organizando desde hace un par de meses: recuperar un espacio de prácticamente una manzana y convertirlo en una cancha de fútbol y en un lugar de recreación para todos.
Se llevaron arcos, se limpió por completo el predio, se marcó la cancha, se plantaron 18 árboles y, gracias a la ayuda de los vecinos, lo que en la mañana era un baldío, a las 15 ya era una cancha con espacios para disfrutar.
Con los compañeros de La Cámpora en La Favorita, herramientas, ganas y la ayuda de unos 30 vecinos se pudo concluir en el día la actividad. Todos aportaban, todos llamaban por sus nombres a los militantes, todos trabajaron. Desde una abuela de 80 años, hasta los más pequeños, de 5 años, que no esperaron a que esté terminada la cancha para calzarse los botines. Muchos colaboraron llevando carretillas, acarreando agua, haciendo pozos allí donde había piedras o marcando con cal los límites de la cancha.
Los vecinos tienen en claro qué es La Cámpora y la manera de hacer política de la organización. Nunca se prometió nada. Se averiguó qué les gustaría tener en ese lugar, se habló con vecinos, se estudió la zona y cuando se tuvo la certeza de poder hacerlo, se les avisó.
Un día antes, al ver llegar los arcos en una camioneta, los chicos corrían gritando contentos a lado del vehículo: se iba a hacer la cancha. Un lugar de encuentro. Un lugar más recuperado. Un baldío menos.
Todos venían y preguntaban en qué podían ayudar. Nadie se quedaba mirando. Mucha tierra. Mucha alegría al finalizar. Una foto de la mayoría bajo un arco. Una invitación a la agrupación para ir a jugar, todo un gesto de agradecimiento.
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