A medio siglo de la muerte de Perón, la Argentina se encuentra una vez más sometida a un proyecto de coloniaje auspiciado por las ideas de la libertad. La reciente aprobación de la llamada Ley Bases, y del RIGI en particular, habilita el remate del patrimonio nacional, la confiscación de los bienes naturales y la disociación absoluta de cualquier sentido de comunidad. Se trata de un verdadero proceso de desorganización nacional, que fragmenta territorial, social y psíquicamente para imponer un nuevo ciclo de extranjerización de la economía.