Política

Una multitud copó la Plaza de Mayo contra los despidos

Esta tarde una columna de más de cinco mil compañeros de La Cámpora acompañó la movilización de los trabajadores que colmó la Plaza de Mayo en repudio al veto a la Ley de Emergencia Ocupacional, a los despidos masivos y al ajuste llevado a cabo por el gobierno nacional.

por La Cámpora

3 jun 2016

Más de 40 mil trabajadores exigieron a Mauricio Macri el fin de los despidos, la reapertura de las paritarias y el cese del ajuste brutal que está llevando a cabo el gobierno. Los gremios expresaron la “unidad en la luchaˮ marchando juntos hasta la pirámide de Mayo en oposición a las políticas con las que el macrismo empobrece al pueblo para beneficiar al poder económico concentrado. Pablo Micheli abrió el acto junto a decenas de dirigentes gremiales que respaldaron la unidad. “Hay que construir un paro nacional, hay que parar el ajuste con un paro poderoso de todas las centrales. O lo hacemos todos juntos, o lo hacemos las dos CTA, pero paro va a haberˮ, anunció. Por su parte, Hugo Yasky expresó que “el movimiento sindical se tiene que unir a pesar de las diferenciasˮ. Agregó que “no se puede dudar un solo minuto de que hay que estar en la calle para parar el ajusteˮ. Y concluyó que "en las fábricas, en los sindicatos, en los hospitales se pide a gritos la unidad de acción, porque unidos somos invencibles". [embed]https://youtu.be/AvK_l42RFoo[/embed] En la primera convocatoria conjunta desde la división de ambas centrales, La Cámpora estuvo presente acompañando a los miles de trabajadores que recuperaron y ganaron derechos durante los últimos doce años de historia y que hoy demuestran que no van a esperar de brazos cruzados que este gobierno se los arrebate. [gallery ids="75736,75737,75738,75739,75740,75741,75742,75743,75744,75746,75747,75748,75749,75750,75751"]

Imágenes

Del sueño de la gratuidad a la pesadilla del arancelamiento

Un 22 de noviembre como hoy, pero de 1949, el presidente Juan Domingo Perón dictó el decreto N° 29.337 que eliminó el cobro de aranceles en las universidades, inaugurando entonces una nueva etapa en la historia de la Universidad Argentina: la del ingreso de los hijos e hijas de trabajadores a aquel lugar donde antes solo estaba permitido el oligarca.

Soberanía ayer, hoy y siempre

Cuando hablamos de soberanía nacional no apelamos a un sentimentalismo abstracto ni recitamos de memoria el calendario de las fechas patrias. Reivindicamos los símbolos por lo que valen y lo que representan. Recordamos las grandes gestas porque encontramos en ellas parte de lo que somos, porque vemos ahí muchos de los problemas y desafíos que tenemos por delante. Como militantes políticos nos interesa menos la historia fosilizada de los museos que la historia viva, donde el pasado se entrelaza con el presente y tiene siempre algo para decirnos; donde el presente se abre al pasado y asume la responsabilidad de hacer justicia por los que ya no están.

Por más que no les guste, estamos

Hebe saluda desde una camioneta. Tiene los labios pintados de rojo, su pañuelo blanco anudado al cuello, y una pechera que dice todos somos Cristina. “Vinimos a acompañar a los que están acompañando. No somos tan jóvenes pero todavía podemos cuidarla”. Su hablar es firme, consistente, inalterable. Sabe a qué fue. Siete horas después, en ese mismo sitio donde Hebe se hace presente, en la puerta de Juncal, Sabag Montiel va a intentar matar a Cristina.