El sábado 6 de julio, militantes de las organizaciones que componen el espacio Unidos y Organizados realizaron una volanteada masiva en toda la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para informar a los vecinos sobre el Programa Nacional Mirar Para Cuidar.
Miles de militantes salieron a las calles para informar a los vecinos sobre del acuerdo de precios que estableció el gobierno nacional con las distintas cadenas de supermercados. El acuerdo incluye 500 productos cuyos precios permanecen congelados desde el 1 de junio. El único fin: evitar el abuso de los supermercadistas, cuya decisión impactaba directa y discrecionalmente en el bolsillo de los consumidores.
Los militantes se apostaron en puntos clave de circulación vecinal de cada barrio para concientizar a los porteños acerca de cómo influyen los grandes empresarios en la formación de los precios finales de los productos que se encuentran en las góndolas. Infinidad de vecinos se detuvieron, curiosos y decididos a hacer valer su derecho, para interiorizarse en el programa.
Entre banderas y pecheras del programa Mirar para Cuidar, los compañeros de Unidos y Organizados difundieron los modos de detectar cuando algunos comerciantes que no cumplen con las condiciones del acuerdo. Los mismos vecinos compartieron sus experiencias de cómo observan que algunos intermediarios violan el precio pactado o acopian los productos en sus depósitos, generando desabastecimiento en las góndolas.
Los militantes invitaron a los vecinos a asumir la responsabilidad de controlar los precios en los supermercados de sus barrios para evitar que los grandes empresarios decidan sobre la economía de los argentinos, en este caso, en la Ciudad de Buenos Aires.
Unidos y Organizados, los militantes entendieron que, como indicó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, esta es una forma más de profundizar una senda para empoderar al pueblo.
Una vez más, el frío no fue impedimento para que los compañeros de todas las organizaciones se volcaran a las calles a desarrollar una de las claves de su militancia cotidiana: la presencia en el barrio, y la discusión política con los vecinos.
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El sábado 6 de julio, militantes de las organizaciones que componen el espacio Unidos y Organizados realizaron una volanteada masiva en toda la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para informar a los vecinos sobre el Programa Nacional Mirar Para Cuidar.
Miles de militantes salieron a las calles para informar a los vecinos sobre del acuerdo de precios que estableció el gobierno nacional con las distintas cadenas de supermercados. El acuerdo incluye 500 productos cuyos precios permanecen congelados desde el 1 de junio. El único fin: evitar el abuso de los supermercadistas, cuya decisión impactaba directa y discrecionalmente en el bolsillo de los consumidores.
Los militantes se apostaron en puntos clave de circulación vecinal de cada barrio para concientizar a los porteños acerca de cómo influyen los grandes empresarios en la formación de los precios finales de los productos que se encuentran en las góndolas. Infinidad de vecinos se detuvieron, curiosos y decididos a hacer valer su derecho, para interiorizarse en el programa.
Entre banderas y pecheras del programa Mirar para Cuidar, los compañeros de Unidos y Organizados difundieron los modos de detectar cuando algunos comerciantes que no cumplen con las condiciones del acuerdo. Los mismos vecinos compartieron sus experiencias de cómo observan que algunos intermediarios violan el precio pactado o acopian los productos en sus depósitos, generando desabastecimiento en las góndolas.
Los militantes invitaron a los vecinos a asumir la responsabilidad de controlar los precios en los supermercados de sus barrios para evitar que los grandes empresarios decidan sobre la economía de los argentinos, en este caso, en la Ciudad de Buenos Aires.
Unidos y Organizados, los militantes entendieron que, como indicó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, esta es una forma más de profundizar una senda para empoderar al pueblo.
Una vez más, el frío no fue impedimento para que los compañeros de todas las organizaciones se volcaran a las calles a desarrollar una de las claves de su militancia cotidiana: la presencia en el barrio, y la discusión política con los vecinos.
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