El domingo 1 de marzo, más de 400 mil personas se congregaron frente al Congreso de la Nación para acompañar el discurso inaugural del 133 ° período de sesiones ordinarias, a cargo de la Presidenta de los 40 millones de argentinos, Cristina Fernández de Kirchner.
Militantes políticos, sindicales, estudiantiles y familias enteras colmaron la Plaza de los Dos Congresos durante las 3 horas 40 minutos que duró el discurso, en el cual la Presidenta hizo un repaso de los avances económicos, políticos y sociales que tuvo la Argentina en los últimos 12 años y los desafíos para el futuro.
Desde muy temprano la plaza se fue llenando de gente que había viajado desde todos los rincones y provincias del país para manifestar su apoyo y oír a la Presidenta militante que pasado el mediodía hablaría frente a 257 bancas de diputados y a un pueblo entero que la escuchaba desde sus casas o frente al Congreso para acompañarla, agradecerle y saludarla.
Y allí estuvo ella, dando una nueva clase de voluntad, convicción y lealtad. Contándole a sus compatriotas que “hemos desendeudado definitivamente a la República Argentinaˮ y que “este modelo ha hecho del desendeudamiento, del consumo interno y del desarrollo del empresariado nacional, sus pilaresˮ.
A su vez, se refirió a los avances en materia de trabajo: “Desde 2003 el parlamento argentino votó 48 leyes laborales y no tuvieron que avergonzarse de ningunaˮ. “No fue magia, tenemos voluntad política y coraje para enfrentar lo que haya que enfrentarˮ, aseveró y agregó que “este Gobierno no tomó ni va a tomar medidas que atenten contra la sustentabilidad de las empresas o de los trabajadoresˮ.
Además, la Presidenta anunció que enviará a la Cámara de Diputados un proyecto de ley “para recuperar por parte del Estado la administración de los ferrocarriles argentinosˮ. “No me mueve ningún afán estatizador, es simplemente mejorar la eficienciaˮ, explicó. E informó que enviará también un conjunto de leyes para la promoción industrial.
La Educación y la Salud también tuvieron su turno al destacar que se aumentó la cantidad de vacunas obligatorias y que desde el 2003 el país “casi duplicó la cantidad de egresados de las universidadesˮ. También enfatizó sobre los egresados del plan FINES y resaltó que en 2014 “se graduaron 10 mil ingenierosˮ.
También destacó el impacto de la estatización de las AFJP: “Lo que no nos perdonan desde algunos sectores minoritarios y poderosos es haber recuperado los recursos de los trabajadoresˮ. Y recalcó el programa de préstamos para jubilados y pensionados, ARGENTA.
La Presidenta no dejó de reconocer el trabajo realizado para que hoy el Arsat esté orbitando, convirtiendo a la Argentina en uno de los diez países en el mundo que produce ese tipo de tecnología, e informó que el Arsat-2 estará operativo en septiembre.
Uno de los momentos más emotivos de la tarde, en los que por las pantallas podía verse el rostro de jóvenes y ancianos empapados por la lluvia pero también por la emoción, fue cuando la Presidenta se refirió a los atentados a la AMIA y a la Embajada de Israel, durante la década del 90. Cristina recordó cuando por aquellos años, siendo senadora de la Nación, acompañó incansablemente a las víctimas y habló repetidamente “de la AMIA desde 1994, denunciando el encubrimiento de Galeano y pidiendo justiciaˮ. Pese al correr de los años, la mandataria continuó exigiendo que se garanticen los debidos procesos de investigación para que puedan esclarecerse hechos y responsabilidades, para que al fin se haga Justicia.
En ese sentido, recordó: “No hay ni un sólo preso por el atentado a la AMIA. No necesito carteles. Yo puedo ir con carteles al frente de la AMIA para decirles también que un ex presidente de la DAIA, Rubén Beraja, es un encubridor y vaciador de bancos. Traicionó a su religión y a su asociaciónˮ.
“La AMIA no explotó durante nuestro gobierno y hace 21 años que las víctimas y los familiares vienen reclamando justiciaˮ. “Si hay demoras en el juicio por encubrimiento de la investigación, miren para otro ladoˮ, aseguró.
Para finalizar con su octavo discurso inaugural y haciendo mención a algunos pronósticos mediáticos, la Presidenta aseguró: "Dejo un país cómodo para la gente e incómodo para los dirigentes, si es que piensan sacar los derechos que tiene la gente".
Los palcos de la Cámara de Diputados estallaron en aplausos y cantos militantes, mientras que la lluvia mojaba a las cientos de miles de personas que se mantuvieron firmes acompañando hasta el final en la Plaza de los Dos Congresos.
Argentinos de todas las edades asistieron este 1 de marzo a apoyar a la Presidenta, demostrando que -tal como ella afirmó- "hablar habla cualquiera, hacer es lo que marca la diferencia" y que hay un pueblo dispuesto a defender las conquistas logradas, con el legado de Néstor y bajo la conducción de Cristina, para garantizar el futuro y la felicidad de todo el pueblo.
[gallery ids="69271,69272,69273,69274,69275,69276,69277,69278,69279,69280,69281,69282,69283,69286,69287,69284,69285,69288,69289,69290,69291,69292,69293,69294,69295,69296,69297,69298,69299,69300,69301,69302,69303,69304,69305,69306,69307,69308,69309,69310,69311,69312,69313,69314,69315,69316"]