VOLVIMOS A COMPLETAR EL SUEí‘O COLECTIVO
La Cámpora crece, se organiza, contagia y se extiende a lo largo y ancho del territorio nacional. Pero desde hace ya tres años, La Cámpora emociona hasta las lagrimas, hasta que la voz se quiebra en un solo grito de miles de voces, cuando los 24 de marzo entra a la Plaza del Pueblo a decir: ¡NO NOS HAN VENCIDO!
Así fue la marcha a 34 años del golpe genocida que marcó la historia reciente argentina. Probablemente, la más masiva de los últimos años, estuvo signada por un marcado reconocimiento al Proyecto que desde el 25 de mayo de 2003 ha ubicado en un lugar central en la política argentina a los Derechos Humanos. Solo los “negadores serialesˮ desentonaron en una jornada cargada de emotividad.
La columna de la Organización
Hacia las 12:00 comenzaron a llegar compañeros los de Avellaneda, Florencio Varela, San Vicente, Berazategui, Almirante Brown, Lanús, La Matanza, Tres de Febrero, Moreno, José C. Paz, San Andres de Giles, San Pedro, San Antonio de Areco, San Nicolás, Mercedes, Suipacha, Lujan y otros compañeros que vinieron desde distintos lugares del país.
El grueso del contingente se sumó hacia las 13, provenientes de las instalaciones de la ex Escuela de Mecánica de la Armada, donde la Presidenta inauguró el Espacio Cultural Haroldo Conti.
Los rumores de conflicto con los sectores a los que el Pueblo les ha dado la espalda por su mezquindad y su aberrante negación del peronismo como columna vertebral del movimiento nacional, obligo a poner especial atención en el dispositivo de seguridad de la columna, que en cuestión de minutos estuvo montado con más de cincuenta compañeros identificados con remeras y brazaletes.
La unidad de la juventud
Desde las 14 hs se encontraba sobre la Av. de Mayo y lista para marchar la columna de juventud más impresionante que se tenga memoria en estos años de democracia. Integrada, además de la Cámpora, por la Juventud Sindical Peronista, La JP Evita, La JP de la Provincia de Buenos Aires, la JP Descamisados, La JP Avellaneda, entre otros.
Encabezando a los miles de jóvenes militantes una bandera: Juventud Peronista. Esta definición resultó más contundente que cien documentos políticos, ya que resumía lo mejor de nuestra historia de lucha popular, la unidad de la juventud en la reivindicación de los compañeros caídos y en el apoyo a un proyecto que levanta esas mismas banderas.
Trasvasamiento generacional
Hubo un hecho que no pasó desapercibido a los que, sin dejar de ser jóvenes, ya peinamos alguna cana. La mayoría de los compañeros que encabezaron nuestra columna tenían menos de 25 años. Cientos de pibes y pibas, algunos nuevos militantes y otros ya experimentados, fueron los protagonistas de ese ritual cargado de mística que genera La Cámpora cuando avanza por las calles marchando.
Ver esas caras nuevas tiene un significado especial para todos los que sabemos que el mejor curso de formación de un militante está alli, ganando las calles. Sentir la emoción del recibimiento al entrar a la plaza cantando la marcha peronista, con compañeros de todas las edades y esperando para abrazarnos es un momento que no tiene retorno, que forja corazones.
Bienvenida Juventud Sindical Peronista
Este año tuvo un condimento que será uno de los acontecimientos de relevancia en la vida política de la Argentina. Este 24 fue la fecha elegida por la Juventud Sindical para darse a conocer, con una columna que daba que hablar a su paso por su numero, pero también por su contagiosa alegría.
Los trabajadores organizados han sido, y siguen siendo, los grandes protagonistas en las transformaciones de nuestro país, y los jóvenes somos los que más rápido y naturalmente asimilamos esas nuevas etapas de nuestra patria, por eso la conformación de la Juventud Sindical Peronista, es una gran noticia para todo el Campo Nacional y Popular.
Había mucho que decir, por tantos años de silencio (no nos olvidamos que el año pasado les apagaron el micrófono a las Madres cuando quisieron expresar su apoyo al Proyecto Nacional encabezado por Cristina). Una gran parte fue expresada por las Madres, las Abuelas y los artistas comprometidos, desde el escenario. Otra parte la expresaban los miles de carteles que con creatividad e ingenio, causaban envidia al monopolio mediático. Pero la juventud y La Cámpora también dieron su mensaje de unidad y compromiso en una Plaza de la que no nos vamos NUNCA MíS.