Los compañeros de la La Cámpora en Paraná (Entre Ríos) reflexionaron acerca de una fecha emblemática para un proyecto que defiende los DDHH y ha levantado las banderas de memoria, verdad y justicia desde el primer día en que Néstor Kirchner asumió su mandato.
Recordar esta fecha, y hoy tras doce años de aquella sesión donde se votó la nulidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, siempre me lleva a pensar en nuestro héroe colectivo, ese flaco que nos invitó a soñar, quien a partir de su llegada a la Casa Rosada nos modificó los esquemas, nos propuso creer en que podíamos tener un país distinto, más justo, más equitativo.
Pero a esa invitación de Néstor a creer en la posibilidad del cambio la llenó de contenido, y uno de los sucesos que marcó la línea ideológica y política que iba a sostener este proyecto, y que sin dudas cambió la historia de nuestro país, dando un vuelco definitivo, fue lo ocurrido ese 20 de agosto de 2003.
La sesión comenzó alrededor de las 4 de la tarde, y primero se aprobó darle rango constitucional a la Convención sobre los crímenes de lesa humanidad, y luego comenzó a debatirse la nulidad definitiva de las leyes de la impunidad conocidas como la leyes de la impunidad o del perdón, que impedían que los responsables de delitos de lesa humanidad fueran juzgados, dictadas durante el gobierno de Alfonsín.
León Gieco, en 2001 escribió la canción "La Memoria", donde en una de sus estrofas canta "La memoria despierta para herir, a los pueblos dormidos que no la dejan vivir, libre como el viento...".
Creo que esta interpretación nos ejemplifica la situación que vivíamos durante esos años, hablando bajito, aún con miedo, sin muchas garantías para ejercer nuestros derechos de saber qué paso, ni dónde están los desaparecidos, ni quiénes son los responsables.
Después de hechos tan significativos, como la derogación de estas leyes, la bajada de cuadros de la ex ESMA, y la recuperación de este espacio, nosotros los jóvenes nos sumamos a ese sueño que impulsó Néstor, que continúa Cristina, y que ya es irreversible!
Para recordar
El 24 de diciembre de 1986, el Congreso sancionó la Ley 23.492 (Punto Final), que extinguió la acción penal a los delitos cometidos en la dictadura.
Tras los levantamientos carapintadas, el 8 de junio de 1987, se sancionó la Ley de Obediencia Debida (23.521): estableció que los acusados habían "obrado en estado de coerción bajo subordinación a la autoridad superior".
El 6 de marzo de 2001 el juez Gabriel Cavallo declaró la inconstitucionalidad de ambas leyes en la causa seguida en el caso Poblete. El fallo fue confirmado por la Cámara Federal.
El 12 de agosto de 2003 la Cámara de Diputados le dio media sanción al proyecto de ley para declarar la nulidad de las leyes. El 21 de agosto de 2003 el Senado sancionó la Ley 25.779.
En septiembre de 2003 la ley fue reglamentada. La Cámara Federal porteña reabrió las investigaciones por delitos de lesa humanidad en la ex ESMA y el 1º Cuerpo de Ejército. Igual decisión tomó la Cámara platense.
El 14 de junio de 2005, la Corte Suprema declaró inconstitucional la Obediencia Debida y Punto Final. También declaró la validez de la Ley 25.779
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