Política

A dos años de los disparos contra la militancia

Mientras Mauricio Macri y Patricia Bullrich -con la indispensable complicidad de una parte del Poder Judicial- avanzan en promover la violencia polí­tica contra opositores y de legitimar el gatillo fácil como polí­tica de control social, se cumple un nuevo aniversario de la balacera a militantes que festejaban la inauguración de un local de Nuevo Encuentro en el barrio de Villa Crespo.
por La Cámpora
5 mar 2018
Hace dos años, un 5 de marzo de 2016, Alejandro Fabián Sidero ˮ“instructor de tiro, aportante de campaña y adherente de la alianza de gobierno Cambiemosˮ“ se sintió autorizado a tomar su arma calibre 32, abrir la ventana de su departamento y efectuar al menos tres disparos contra una multitud indefensa que se encontraba celebrando la apertura de un nuevo local polí­tico. Como resultado, nuestra compañera Florencia Girotti y la militante de Nuevo Encuentro, Diana Soto, resultaron heridas. Sidero huyó a Estados Unidos, fue identificado por Interpol y se presentó ante la justicia, donde quedó detenido durante varios meses hasta que fue excarcelado. La causa fue caratulada como tentativa de homicidio, a pesar de las maniobras defensivas de Sidero, quien insólitamente acusó a su hijo menor de 14 años de haber efectuado los disparos mientras él dormí­a. Sin embargo, las pericias y el caudal probatorio de la causa, establecieron que la versión del menor disparando era falsa y que los disparos fueron efectuados desde el departamento por el propio Sidero, con su arma, la cual fue encontrada tras un allanamiento. Actualmente la causa avanza lentamente a la espera de un juicio oral, ya que la defensa de Sidero sigue insistiendo con la polémica estrategia de culpar a su hijo menor y dilatar el proceso. La actitud de Sidero no puede ser analizada fuera del clima de violencia propiciado desde las más altas esferas del gobierno. La represión de la gendarmerí­a a la murga de niños/as del Bajo Flores, la muerte de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel por el accionar ilí­cito de las fuerzas y la reciente doctrina Chocobar, son el caldo de cultivo para que personas como Sidero se vean habilitadas a tomar su arma y abrir fuego sobre personas indefensas por el simple hecho de ser opositores al gobierno. Exigimos a la justicia una respuesta inmediata sobre esta causa y que Sidero sea llevado juicio oral y público para que las ví­ctimas reciban la reparación correspondiente. La impunidad frente a la violencia polí­tica pone en riesgo nuestra democracia y es por eso que la justicia debe actuar en tiempo y forma.
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