El 4 de mayo del año 2010, doce presidentes sudamericanos reunidos en la Reunión Extraordinaria de Trabajo del Consejo de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), en la Provincia de Buenos Aires, Argentina, designaron por unanimidad a Néstor Kirchner como el Primer Secretario General de la UNASUR. Esta decisión no fue resultado del azar ni constituyó un hecho aislado en el devenir de la integración regional. La elección de una figura como la de nuestro ex presidente para conducir el principal espacio de coordinación política que tenemos los sudamericanos para defender nuestros intereses y resolver nuestros conflictos autónomamente, tiene un doble significado. Constituye un reconocimiento a sus acciones desplegadas en el marco de una de sus convicciones más profundas, la construcción de una Sudamérica de paz, integrada, soberana e igualitaria; y, precisamente por ese motivo, también es una evidencia de la fuerte voluntad política de los países de la región en concretar definitivamente la causa de la Patria Grande.
Como correlato internacional del nuevo modelo de desarrollo nacional que se ponía en práctica, Néstor Kirchner asumió la presidencia estableciendo como prioridad de su política exterior la construcción de una América Latina políticamente estable, autónoma, democrática y socialmente justa. Así, la integración latinoamericana dejó de ser sólo una estrategia comercial para convertirse en un verdadero proyecto político regional sostenido desde el Estado Nacional. La ampliación y fortalecimiento del MERCOSUR, la caída del ALCA en Mar del Plata en el 2005 y el impulso a la creación de la UNASUR son sólo algunas muestras de ello.
Este cambio de prioridades, lejos de ser un indicador del “aislamiento de nuestro país del mundo" o una demostración de la “improvisación de la política exterior", constituyó un deliberado y contundente cambio de paradigma: el abandono del alineamiento automático y la dependencia de los Estados Unidos en favor de la reconstrucción de la autonomía nacional y la genuina defensa de los intereses nacionales. La elección unánime por doce presidentes sudamericanos de Néstor Kirchner como el Primer Secretario General de la UNASUR, parece una saludable prueba de ello.
El corto aunque contundente paso de Néstor Kirchner por la Secretaría General de la UNASUR fue suficiente para que construyera los cimientos de una nueva dinamica regional profundamente latinoamericanista. Con su mediación, Venezuela y Colombia restablecieron sus relaciones diplomáticas; instituyó la Secretaría Técnica UNASUR-Haití para coordinar la ayuda del bloque luego del terremoto que redujo a escombros al vecino pais, organizó la contundente condena regional a la intentona golpista sucedida en Ecuador y bregó por el respaldo internacional al depuesto Presidente hondureño Manuel Zelaya.
Hoy, 4 de mayo, se cumple un año de la asunción de Néstor Kirchner en la UNASUR; su legado de lucha y entrega por un país y una región justa, libre y soberana trasciende las conquistas alcanzadas, para marcarnos el camino a seguir.
Secretaría de Formación de La Cámpora - Centro de Estudios Políticos (CEP) írea Política Exterior e Integración Latinoamericana