Opinión

Algo de ruido, pocas nueces

por La Cámpora
12 ago 2013
nueces* Por Hernán Brienza Las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) dieron un primer veredicto de cómo están las cosas en el humor polí­tico y social de los argentinos a lo largo y ancho del paí­s. Pero no hay que perder de vista que no son más que eso: elecciones internas para que los partidos puedan seleccionar a sus dirigentes. Como en algunos casos las organizaciones polí­ticas no presentaron varios candidatos, en términos virtuales estos comicios funcionaron como una gran encuesta nacional. Es decir, los resultados de anoche no tienen ningún peso especí­fico en términos polí­ticos. Lo que sí­ tienen, en cambio, es un fuerte peso simbólico. El dato más importante de la elección de ayer es el resultado en el ámbito nacional: una vez más, el Frente para la Victoria demostró que es la única fuerza con un tendido sólido en todas las provincias. Si bien descendió su caudal de votos, dejó en claro que pase lo que pase en los próximos años, la única articulación con diputados, senadores y estructura partidaria propia es la que lidera la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Con los resultados simulados de ayer, en las próximas elecciones ejecutivas ˮ“que tienden a la polarizaciónˮ“ el FPV serí­a protagonista indiscutible de una posible contienda en el 2015. En una primera instancia, en los ámbitos provinciales, aparecen como ganadores obvios el propio Sergio Massa ˮ“acompañado en el bunker por demasiados personajes duhaldistas como Miguel íngel Toma, Juan José ílvarez y el propio Eduardo Amadeoˮ“ en la provincia de Buenos Aires, Elisa Carrió en Capital Federal ˮ“poniendo en serio riesgo la hegemoní­a de Mauricio Macri y el PROˮ“ y el extraño fenómeno de Julio César Cobos en Mendoza, quien después de haber sido expulsado de por vida de la Unión Cí­vica Radical, lideró su provincia. Unas palabras aparte merece Sergio Uribarri, gobernador de Entre Rí­os que duplicó en votos a su escolta. Respecto del importante descenso de caudal de votos del Frente para la Victoria respecto de 2011 es un error de principiante hacer esa comparación. Por una sencilla razón: las elecciones por cargos ejecutivos donde hay un premio único con un solo ganador tienden a la polarización y al voto útil; las legislativas tienden a diseminar el voto en distintos candidatos por afinidades, por humor social y por el mito del "lí­mite" al poder al Ejecutivo. La correcta comparación serí­a con las elecciones de 2009 y deberá hacerse con los resultados finales de las elecciones de octubre. Otro dato interesante es la constitución del panradicalismo como segunda fuerza nacional. Por primera vez después del desastre de 2001, la UCR logró reposicionarse como agrupación capaz de contener una estructura partidaria con intendentes, legisladores, concejales desde CABA hasta Mendoza. ¿Es posible volver a un sistema bipartidista en la Argentina? La contracara fue la construcción del PRO, cuyo candidato santafesino Miguel del Sel perdió gran caudal de votos y en Córdoba no pudo generar demasiado entusiasmo. Por último, un dato sensible: la poca importancia en términos de acumulación polí­tica real de estas elecciones queda demostrada en que si hubieran sido las definitivas, el kirchnerismo no hubiera perdido su mayorí­a en el Congreso. Algo de ruido, es cierto, pero pocas nueces. En Infonews.com