Política

Día Nacional del Derecho a la Identidad

Amor, lucha y reparación

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Se cumplen 47 años de aquella primera reunión de Abuelas de Plaza de Mayo. Fue el inicio de una lucha colectiva a partir de la búsqueda de los nietos y las nietas secuestrados por la dictadura. Esa lucha continúa hoy más vigente que nunca en la sociedad, pese al negacionismo del actual gobierno nacional.

por Horacio Pietragalla Corti *
22 oct 2024

Hace 47 años nacía Abuelas de Plaza de Mayo. Eran madres que circulaban en la plaza y que, al sospechar que sus hijos, hijas o nueras podrían estar siendo asesinadas, comenzaron a preguntarse por esos bebés que estaban por nacer, o que tal vez habían nacido y habían sido secuestrados junto a sus madres.


En este día conmemoramos ese inicio trágico, pero también celebramos que muchos de nosotros y nosotras hoy podemos saber quiénes somos. Sin dudas, la lucha de Abuelas elevó la vara en cuanto a lo que significa luchar, luchar y luchar. Gracias a ello, hoy, 137 historias se conocen, salieron a la luz, poniendo fin al cautiverio del engaño y la mentira.

Siempre resalto también que, más allá de la reparación que tienen estos 137 hombres y mujeres, hay una cosa que considero no menos importante: esas compañeras y compañeros desaparecidos que soñaron un proyecto de familia, que apostaron al amor en el tiempos de terror y odio, hoy ya no son ignorados por sus descendientes, porque, como dice la canción: “¿Cuándo vuelve el desaparecido? Cada vez que los trae el pensamiento".


Hay algo que siempre he destacado cuando me preguntan sobre el momento en el que recuperé mi identidad y es que, por más que desde afuera parezca muy traumante, es totalmente reparador. Fuerte, pero reparador. Y el acompañamiento en esos momentos es fundamental. No solo hablo del acompañamiento en materia de salud mental sino también en lo afectivo, en lo familiar y en el acompañamiento social.


Me atrevo a decir que el acompañamiento social es uno de los más importantes, porque este delito fue dirigido a un grupo de la sociedad. En mi caso, recuperar mi identidad fue un proceso que en el que fui acompañado por gran parte del pueblo argentino, porque en ese 2003 asumió Néstor Kirchner y, con él, comenzamos a recuperar la identidad todos los argentinos y todas las argentinas, en varios sentidos: en sentirnos orgullosamente latinoamericanos de vuelta; en levantar la cabeza porque cada uno era digno de vivir una vida sin sometimiento; por nuestras historias; porque mirabas a tu lado y alguien crecía con vos. Una de las cosas más bellas de los procesos de redistribución es el crecimiento a la par. Y qué decir de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia que luego sostenidamente continuó Cristina.

Hoy, después de varios momentos de retrocesos, nos encontramos con un gobierno negacionista que ataca a los organismos de derechos humanos, que desfinancia la búsqueda de Abuelas de Plaza de Mayo, que le quita facultades a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) para la investigación de los casos, que estigmatiza a nuestras Abuelas, entre una lista inagotable de etcéteras.

 

En todo este contexto, me pregunto ¿qué acompañamiento puede sentir el hombre o la mujer con dudas sobre su identidad, para animarse a avanzar? Del Estado, claramente ninguno. Solamente cuenta con el más importante, el acompañamiento social, el que ya no tiene marcha atrás.


Por eso, en estos 47 años de luchas y ejemplo, Estela, Rosa, Buscarita, y cada una de las Abuelas que ya no están, nos delegan un patrimonio importantísimo, invaluable, trascendental, que es luchar, luchar y luchar. Seguiremos buscando a cada hombre y mujer secuestrados o nacidos en un centro clandestino. 


Siempre será así.



* Militante de La Cámpora, nieto recuperado y ex secretario de Derechos Humanos de la Nación.