Aprender 2016: un disfraz para el ajuste educativo y la desigualdad
Bajo la falsa excusa de buscar información sobre el estado de la educación en la Argentina, el macrismo intenta implementar el Operativo Aprender 2016, la excusa perfecta para profundizar el ajuste y la desigualdad en la educación pública.
por
La Cámpora
17 oct 2016
Este martes 18 de octubre los estudiantes de 6 ° grado de primaria, y 5 ° o 6 ° año de secundaria deberán realizar un examen ideado por empresas internacionales que nada tienen que ver con el ministerio de educación y que entra en sintonía con el giro empresarial del gobierno de Mauricio Macri.
Desde nuestro lugar, como estudiantes, docentes y miembros de la comunidad educativa que venimos trabajando por una educación pública, equitativa y de calidad, y defendiendo los grandes avances en este aspecto de los últimos doce años rechazamos este sistema de “evaluación externaˮ que para lo único que se va a utilizar es como justificativo de un ajuste progresivo en la educación pública y la profundización de la desigualdad.
¿Por qué decimos esto? Porque excluye a los docentes argentinos en la elaboración del examen, ubicándolos como simples “ejecutoresˮ, lo que a su vez hace que se ignoren los ritmos y las formas de aprendizaje de acuerdo a las realidades económicas y sociales de cada escuela, colocando a los jóvenes como un “objeto de estudioˮ, y también exime el rol que debe tener el Estado para generar las condiciones para una buena educación. Porque al ser múltiple choice, destruye el objetivo pedagógico de que los estudiantes entiendan, razonen, analicen y saquen sus propias conclusiones sobre lo que aprenden, lo que significa un claro reflejo de la visión tecnócrata que tiene el Gobierno Nacional sobre la educación, formar egresados y profesionales con un perfil de mercado individualista que no se detengan a analizar y tomar en cuenta los factores y riesgos sociales de cada acción.
Además, proponen un “ranking de escuelasˮ de 1 °, 2 ° y 3 ° categoría generando una discriminación y estigmatización entre los estudiantes de acuerdo al establecimiento que asistan. Pero también, mediante este ranking se introducirá una diferenciación presupuestaria entre escuelas, quiénes mejores resultados obtengan recibirán más presupuesto, y quiénes tengan peores resultados sufrirán un ajuste en el dinero que les corresponde, sin sentarse a pensar que si existe un déficit en la educación, este no se resuelve aplicando el método del premio y castigo. De esta manera, se profundizará la idea de que hay una grieta entre la escuela pública y la privada, haciendo que baje la matrícula en la primera y aumente en la segunda, lo que abre el paso para que se impongan reformas educativas tendientes a la privatización y el ajuste neoliberal, ya que los salarios docentes aumentaran o disminuirán de acuerdo a los resultados obtenidos, generando una flexibilización laboral. El ranking también afecta a los jóvenes, ya que quienes obtengan mejores resultados podrán recibir becas para formarse como docentes, generando una diferencia entre mejores y peores estudiantes, y profundizando el individualismo y los objetivos personales por sobre los colectivos.
Es por esto que quienes entendemos a la educación pública de calidad como una gran herramienta para mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos y generar más justicia social repudiamos el Operativo Aprender 2016 porque es el disfraz que quiere utilizar el macrismo para mercantilizar y privatizar cualquier acceso al conocimiento, dejando en claro la perspectiva neoliberal que defiende Mauricio Macri sobre la educación, ya que en vez de educar e igualar para arriba, cristaliza las diferencias, porque no se está evaluando para educar, sino para excluir.