Política

Cambiemos llegó a la Corte Suprema

Por cuatro votos contra uno, la Corte Suprema emitió un fallo que desarma el sistema de protección de los Derechos Humanos e implica un retroceso preocupante en la materia.
por La Cámpora
15 feb 2017
Si la Corte menemista se caracterizó por ser una “mayorí­a automáticaˮ que convalidó el saqueo del estado en la década del ˮ™90 y la Corte del kirchnerismo por la trayectoria académica de los jueces y juezas que fueron designados y muchas sentencias que retornaron a la mejor tradición de respeto por los Derechos Humanos, la Corte macrista empezó con el pie izquierdo, y basta con recordar que los jueces Rosenkrantz y Rosatti aceptaron entrar por la ventana cuando los designaron por decreto, aunque el escándalo generado por dichas designaciones hizo que después el Senado les diera el acuerdo necesario. Ahora, los nuevos aires en la Argentina han motivado que los jueces se acomoden a lo que pide Cambiemos, y tanto Lorenzetti como Highton modificaron lo que vení­an sosteniendo en sus fallos en relación con la obligatoriedad de las sentencias de los tribunales de Derechos Humanos, e impulsaron la supresión de facto de la obligatoriedad de los fallos de la Corte Interamericana, disponiendo de acá en adelante que las sentencias sólo se cumplirán si la Corte Suprema así­ lo entiende. Para ello, los jueces usaron algunos argumentos disparatados -como que ellos deciden en cada caso si un tribunal internacional actuó dentro de su competencia-, otros equivocados ˮ“como que cumplir una sentencia internacional harí­a que la Corte dejase de ser Suprema, confundiendo la organización de la justicia en sede interna y los efectos de las decisiones de los tribunales internacionales-, y sobre todo uno muy peligroso: Si la "cosa juzgada" significa que una sentencia de la Corte Suprema nunca podrá ser modificada, aun cuando viole Derechos Humanos, ¿Qué pasará cuando la Corte Interamericana diga que una persona fue condenada penalmente violando todos sus derechos pero la Corte Suprema no esté de acuerdo? Parecerí­a que seguirí­a presa, pero podrí­a cobrar una indemnización. Una locura total. En un contexto donde las garantí­as en los procesos penales cada vez importan menos -como se vio en el juicio penal contra Milagros Sala- y todos los dí­as se inventan causas penales que rozan el absurdo contra dirigentes polí­ticos, una Corte complaciente con el macrismo podrí­a convalidar todos estos atropellos, ya avisó que ninguna sentencia internacional le cambiará su criterio.
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