“En los 90, en tiempos de bastardeo ideológico y de innumerables traiciones, acompañaba a mi viejo en sus intentos por mantener vivo el Peronismo por el cual se había luchado tanto y habían quedado en el camino tantos compañerosˮ.
Con estas palabras recuerda Carlos Nicolás Gullo sus primeros pasos en la política. Es porteño. Tiene 33 años. Pertenece a una generación atravesada por los años más tristes que le tocó vivir a nuestro país. Su historia familiar y personal no escapa a esa tristeza.
Hacia el final de la década de los 90, con unos compañeros del secundario empezó a militar en la agrupación Peronismo 26 de Julio, desde donde impulsaron encuentros de unidad con los distintos grupos de juventud peronista de la Capital. Hacían trabajo territorial de base, primero en La Boca, después en Villa Corina, Avellaneda, y finalmente en su barrio de la infancia: el Bajo Flores.
Gullo considera que “hacer política siendo joven, por un lado es fácil, por la energía que se tiene y por los modelos que tenemos en Jesús, en Eva Perón, en el “Cheˮ Guevara y en los jóvenes de la generación del 70, a quienes uno quiere emular, continuando su lucha. Por otro lado, en términos de la propia experiencia, es difícil, todo cuesta mucho. Por eso hay que “apropiarse de la experiencia indirectaˮ, leer mucho la historia argentina, hablar con “viejosˮ militantes, aprender de los errores del pasado, tener en cuenta que el peronismo es una experiencia histórica con más de 60 años, que no empezó cuando nosotros nos incorporamos a la políticaˮ.
Es candidato a diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires. Imagina un 29 de junio casi sin tiempo para festejos. El objetivo es dedicar todos los esfuerzos para consolidar el espacio que hoy se presenta en la propuesta del Encuentro Popular para la Victoria, integrado por representantes del movimiento obrero, sectores de la educación y la cultura, defensores de los derechos humanos. “El desafío y la obligación reside en constituirnos en la verdadera alternativa para vencer al neoliberalismo en la ciudad.ˮ
Al evaluar la actual gestión de gobierno en la Ciudad, Carlos destaca que “remite a lo peor de la década del 90 e incluso tiene resabios de la ultima dictadura militar, como son los escuadrones parapoliciales que de noche expulsan violentamente a la pobre gente que al no tener vivienda, duerme donde puede ˮ¦ Tanto Macri como la ex vicejefa son dos holgazanes. Administrar una ciudad tan grande y con tantos habitantes requiere mucha dedicación y responsabilidad. Mauricio cree que la ciudad es una empresa, pero cuestiones centrales como la salud, la educación, la vivienda, el trabajo y el acceso a la cultura y al deporte de los ciudadanos, no pueden ser tratadas con la lógica del “costo y el beneficioˮ y pretender obtener una ganancia de cada acto de gobierno.“
Carlos Nicolás Gullo pertenece a la generación de aquellos que soñamos con una Ciudad donde no existan diferencias entre un norte rico y un sur postergado.
Sueña con una ciudad abierta e integrada al resto de la provincia de Buenos Aires, al resto de las provincias del país y al resto de los países de la región, donde todos tengamos acceso a la salud, a la educación, a la vivienda, a la cultura y al deporte.
“Desde el 2003, estamos viviendo un momento fundacional: está surgiendo una Argentina grande, con más democracia y respeto por las instituciones, más independencia, más soberanía y más justicia social e integración latinoamericana. En un contexto así, los jóvenes volvemos a creer en la política como una herramienta de cambio social.“