Política

Chile dijo basta

Con un nivel de participación histórico, el plebiscito para decidir sobre la posibilidad de una nueva Constitución Nacional en Chile superó todas las expectativas. Por decisión popular, con más del 78 % de los votos a favor, el pueblo chileno comenzó el pasado domingo 25 de octubre el proceso para reemplazar la Constitución heredada del pinochetismo.
por La Cámpora
27 oct 2020
Según los datos emitidos por el Servicio Electoral de Chile (Servel), la concurrencia a las urnas superó los 7,5 millones de personas, lo cual representa la mayor participación desde 1989, más aún teniendo en cuenta que en 2012 la asistencia a votar dejó de ser obligatoria. La Constitución que se reemplazará data de 1980, fue reformada bajo la estricta supervisión de la Junta Militar, en el marco de la dictadura, donde los partidos políticos habían sido declarados ilegales y el país se encontraba bajo estado de emergencia. Vale recordar que fue otro Plebiscito, el del año 1988, el que por medio de la opción "No" (56%), impidió que Pinochet continuara ocho años más al mando del hermano país. El proceso para llegar a este plebiscito duró, pandemia de por medio, un año. En octubre de 2019, los jóvenes secundarios ante una nueva suba en el precio del transporte de subte salieron a las calles a manifestarse en protestas que con el pasar de los días se fueron profundizando. “No son 30 pesos, son 30 años”, proclamaban los manifestantes, quienes traían consigo el reclamo siempre vigente sobre la educación gratuita. Las manifestaciones siguieron, y ya en 2020 la crisis sanitaria provocada por el COVID-19, hizo aún más evidentes las urgencias socio económicas, con niveles de pobreza y carencias sanitarias todavía más graves de las que se tenía registro. La crisis que subyace por debajo de la pandemia es la crisis del régimen neoliberal sostenido desde la dictadura y que fue agravando las desigualdades hasta puntos insostenibles, en uno de los países con el PBI más alto de la región, pero a la vez con mayor concentración económica en pocas manos. Hoy, la lucha en las calles se transformó en respuesta política. Ahora  comienza el periodo de elección de los convencionales previsto para el mes de abril de 2021, donde se conformará la primera Convención Constituyente de nuestra región que va a contar con participación paritaria, cupos para pueblos originarios e inclusión de independientes. Aún falta un largo camino, donde es necesario que los espacios políticos populares trabajen por la unidad, dado que existe una  cláusula de conformidad para la aprobación de las cláusulas de la nueva Carta Magna, que implica conseguir el aval de dos tercios de les convencionales. Es posible que las movilizaciones sociales sigan actuando como referencia, esperemos que el contundente resultado le sirva al Gobierno para entender la necesidad de un proceso convencional sin violencia institucional en las calles,  como ha ocurrido, que generó violaciones a los derechos humanos, miles de heridos y costó la vida de decenas de personas. El 25 de octubre fue un día histórico para Chile y también para nuestra región. Con las juventudes al frente se empieza a enterrar un neoliberalismo salvaje que fue impuesto en la dictadura y que las derechas de la región nos ponían de ejemplo. Desde el inicio de las manifestaciones en las calles se oye “Chile despertó”. Confiamos que la pesadilla neoliberal llegue a su fin, en un proceso democrático y popular, que nuestra Patria Grande necesita, y que el pueblo chileno merece.    
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