Política

Con rebeldí­a

Pareciera que han pasado un millón de años. Pero no, fue hace muy poquito, aquí­ nomás a la vuelta de la historia, hace apenas 17 años. El 27 de abril de 2003 se celebraron las elecciones presidenciales que iban a definir la continuidad o la ruptura con el modelo neoliberal que, con matices, se habí­a instaurado y sostenido desde la última dictadura cí­vico militar.
por La Cámpora
27 abr 2020
Por Gabriela Estévez * Néstor Carlos Kirchner, Gobernador de Santa Cruz, quedó en segundo lugar con el 22% de los votos, más de 4 millones de voluntades. Poco después, a la luz de las encuestas que auguraban un aplastante triunfo del Frente Para la Victoria, su competidor renunciarí­a al ballotage y Néstor se transformarí­a en el nuevo Presidente de una nueva Argentina. El slogan de la campaña presidencial del FpV era “Argentina, un paí­s en serioˮ. En sus discursos de campaña también se referí­a a un paí­s distinto y a un paí­s normal. Lo cierto es que los dos partidos de masas que se habí­an alternado el poder desde la democracia habí­an traicionado sus principios. Por lo cual, la primera normalidad que habí­a que restablecer era la del peronismo. Así­ es como a lo largo de la campaña Néstor fue definiendo ese paí­s distinto a la vez que recuperaba la doctrina histórica del movimiento. Priorizar la deuda interna a la deuda externa. Que paguen más los que más tienen. Que se respeten los derechos de los trabajadores y las trabajadoras. Pero el llamado de Néstor iba mucho más allá. Su campaña presidencial fue un llamado a todos los argentinos y argentinas para no dejarnos atropellar. Fue un llamado a recuperar colectivamente la autoestima, la dignidad y la memoria. Pero sobre todo, fue un llamado a recuperar la rebeldí­a y nuestra capacidad transgresora. Esa rebeldí­a que la dictadura cí­vico militar habí­a aniquilado y la anormalidad neoliberal habí­a disciplinado. Un paí­s en serio tení­a que tener el coraje suficiente para desprenderse de la tutela del FMI y decirle que no al ALCA. Un paí­s en serio tení­a que tener el coraje para terminar con la impunidad del terrorismo de Estado. Un paí­s en serio tení­a que garantizar los mismos derechos para todas, todos y todes. Un paí­s en serio lo í­bamos a construir con amor, poniendo la otra mejilla. Y así­ lo hizo. Néstor sacó a la Argentina del infierno y la llevó al purgatorio donde le pasó la posta a su compañera de vida y de militancia. A Néstor lo extrañamos todos los dí­as. A Néstor lo honramos militando todos los dí­as, con rebeldí­a.   *Diputada Nacional por Córdoba del Frente de Todxs
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