Opinión

Cristina no se va

por La Cámpora
16 dic 2015
Por Emir Sader (*) Cristina Kirchner inscribió su nombre entre los más grandes y queridos dirigentes polí­ticos argentinos y latinoamericanos. Ella dejó la Casa Rosada cercada del cariño del pueblo argentino y el respeto de toda América latina. Cristina supo, junto con Néstor Kirchner, rescatar a la Argentina de la peor crisis de su historia, retomar el desarrollo económico, pero indisolublemente vinculado a la distribución de la renta. Supo consolidar el proyecto nacional, afirmar un liderazgo popular como pocos en la historia argentina, proyectarse como un gran liderazgo latinoamericano. No fue sin muchas dificultades que Cristina Kirchner logró todo ello. Tuvo que encarar, en pleno ejercicio del gobierno, la pérdida del compañero de su vida, tuvo que sufrir las más sórdidas campañas que un dirigente polí­tico ha enfrentado en Argentina, con acusaciones sin pruebas, ofensas a sus seres más queridos, de parte de una prensa que nunca se conformó con perder su lugar monopólico en los medios de comunicación. A pesar del revés electoral, no es la obra de Cristina Kirchner la que fue juzgada. Esa obra se queda, porque Argentina ya es otra, muy distinta de la que ella y Néstor habí­an heredado. Cristina no se va, Cristina se queda en las trasformaciones sociales que su gobierno ha introducido en el paí­s, se queda en el corazón de esas nuevas generaciones que han llegado a la conciencia polí­tica de la mano de su palabra, de su ejemplo, de su coraje, de su liderazgo polí­tico. Cuando los muchachos, que han protagonizado escenas inolvidables dentro de la misma Casa Rosada, le han dicho “La jefa no se vaˮ, ella les contestó: “Sí­, seguro; en las calles siempre voy a estarˮ. Cristina no se va, se va a quedar en la memoria de todos, del pueblo argentino, de todos los que hemos podido compartir con ella momentos, circunstancias, emociones. Cristina va a seguir siendo la más grande dirigente popular argentina, la única con legitimidad para comandar el pueblo argentino en estos años difí­ciles en que se intentará derrumbar lo que se ha hecho bajo su dirección. Cristina no se va, no se va, no se va. (*) En Página 12 del Miércoles 16 de Diciembre de 2015.