Ya en la vigilia del 25 de Mayo miles de compañeros y compañeras íbamos llegando a la Plaza. Un trapo de Néstor que guiñaba el ojo desde las alturas rompía con el gris del cielo listo para el chaparrón (lástima el feo día). Nada importa cuando el amor mueve al Pueblo, pasadas las 14 horas era conmovedor ver cada rincón de los alrededores repletos de compatriotas que venían a compartir otro día histórico.
“¡Qué mejor lugar que volver a encontrarnos en esta plaza de Mayo, la Plaza de la Patria! Hace exactamente 20 años que llegábamos con él, acá, a esta misma plaza. Ese país que recibió a aquel presidente patagónico de apenas 22% de votos”, arrancó Cristina emocionada, emocionando.
“Néstor no se murió, Néstor no se murió, Néstor vive en el pueblo…”, coreó su plaza colmada con 500 mil compañeros y compañeras que no dudaron en ir a rendir homenaje a quienes transformaron la Patria, garantizando el cumplimiento de las consignas básicas del peronismo: independencia económica, soberanía política y justicia social. “No lo duden, sigue viviendo en el corazón del pueblo”, respondió Cristina.
Luego de hacer un repaso de la ampliación del Estado al asumir, detalló: “Cuando ese compañero llegó a Presidente de la República, el Producto Bruto de este país era de 164.000 millones de dólares. Cuando su compañera entregó el gobierno el 10 de diciembre de 2015 el Producto Bruto era de 647.000 millones de dólares. Pagamos durante 12 años y medio 100.000 millones de deuda de dólares que no habíamos contraído nosotros. ¿Y qué? ¿Fue magia, somos unos genios? No, el modelo de construcción de la sociedad, un modelo de producción, de valor agregado, de inclusión social, de sostenimiento de la industria nacional, de buenos salarios. No es pecado pagar buenos salarios. Al contrario, es de buenos cristianos”.
“Aquel gobierno termina con el mejor salario en dólares de toda Latinoamérica, con la mejor jubilación y con la mayor participación de los trabajadores en el Producto Bruto Interno: más del 51%. Muchos dicen que mi segundo gobierno no fue tan bueno como el de Néstor o como el primero mío. Tengo claro que es porque fue cuando más plata ganaron los trabajadores y cuando más podía ahorrar guita la gente. No tengo ninguna duda”, remató.
De este modo, Cristina sostuvo: “Todos saben las diferencias que he tenido y que tengo y que no es necesario explicitarlas porque lo he dicho. Lo dije un 20 de diciembre en la Ciudad de La Plata cuando dije, terminando la pandemia: “Va a haber crecimiento pero, ojo, cuiden los precios de la economía porque si no, el crecimiento se lo van a llevar cuatro vivos”. Y pasó que se lo están llevando cuatro vivos porque la Argentina volvió a crecer. Porque, a pesar de los errores, equivocaciones o diferencias, este gobierno es infinitamente mejor de lo que hubiera sido otro de Mauricio Macri. No tengo dudas”.
Es así como continuó haciendo referencia a la problemática de la distribución del ingreso y el poder adquisitivo del salario al indicar que “El Producto Bruto del ‘22, no llegamos a los 657.000 millones de PBI del ‘15 pero estamos en 633.000 millones. El problema que hoy tenemos, acuciante, es la distribución del ingreso. Y miren, créanme que para distribuir el ingreso muchas veces hay que ponerle carita fea a los que tienen mucho, porque no se trata de confrontar. ¿O por qué se creen que en mi segundo gobierno pudimos llegar al 51%? ¿O por qué creen que me odian, me persiguen y me proscriben? Por eso, porque nunca fui de ellos ni lo voy a ser hagan lo que hagan, me quieran matar o meter presa, nunca voy a ser de ellos. Yo soy del pueblo y de ahí no me muevo”.
Desde la Plaza el amor llegaba con cánticos desde el clásico “Cristina presidenta”, al “Una más y no jodemos más”. Rodeada de amor, el de su pueblo y el de sus afectos, expresó: “También tenemos que saber que es necesario construir organización, profundidad territorial de la organización, profundidad sectorial en los sindicatos, en las fábricas. Una sola persona no puede. Tiene que haber una organización. Tiene que haber cuadros que tomen la posta y lleven adelante el programa de gobierno que necesita la Argentina”.
Es así como comenzó a enumerar los ejes sobre los que se debe desarrollar el programa del nuevo gobierno. “Si nosotros, los argentinos y argentinas no logramos que ese programa que el Fondo Monetario impone a todos sus deudores, sea dejado de lado y nos permita elaborar un programa propio de crecimiento, de industrialización, de innovación tecnológica, va a ser imposible pagarlo por más que digan lo que digan. Es imprescindible la unidad nacional frente a eso. Fue un préstamo político y política también tiene que ser la solución. En todo caso, que lo aten a un porcentaje de exportaciones pero que dejen de querer dirigir la política y clausurarnos la industrialización del país y convertirnos únicamente en proveedores de materia prima. Somos 46 millones. No alcanza únicamente con la materia prima, tenemos que agregar valor, incorporarle tecnología para que haya trabajo de calidad y buenos salarios que es lo que el país necesita. Y se puede hacer porque nosotros lo hicimos durante 12 años y medio”, enfatizó.
“La segunda: tenemos que abrir la cabeza y mirar cómo en otras economías desarrolladas se articula una alianza entre lo público y lo privado. Tenemos recursos estratégicos extraordinarios. Gracias a los kukas también recuperamos Vaca Muerta. Recuperación kuka. Litio, materiales raros. Debemos tener una mirada estratégica. Que vengan a explotarlo pero, queremos, no digo que los autos los hagan acá eléctricos pero, por lo menos, hermano, una parte de la batería o la batería entera hacela acá si te la estás llevando toda”, prosiguió.
A continuación, delimitó los ejes referidos a la democracia y la convivencia republicana en nuestro país. “Es necesaria la renovación del pacto democrático. En una plaza como ésta, desde los balcones de aquel Cabildo, un argentino que no era de mi partido, había ganado las elecciones afirmando ser la vida y la paz. Junto a miles y miles de jóvenes como ustedes que, horrorizados por la tragedia de la dictadura, reclamaban un país diferente donde los que no piensan igual no son enemigos sino sólo son adversarios, donde quedaba erradicado y prohibido quitarle la vida al que no pensaba igual. Hay que volver a renovar ese pacto. Cuando escucho y dicen: hay que acabar con el peronismo o el kirchnerismo. Por favor, si con ganarle alcanza. ¿Por qué tenemos que llegar al exterminio del otro?”.
Por último, se refirió a la Justicia al indicar que “Es necesario volver a darle al país un Poder Judicial que se ha evaporado entre las tramoyas de una camarilla indigna para la historia de la Argentina. Los argentinos se merecen volver a tener una Corte Suprema de Justicia que sea llamada como tal sin ponerse colorado. Tenemos que repensar el diseño institucional, argentinos. No podemos seguir con la rémora monárquica de personas que son designadas de por vida y que nunca más rinden cuentas a nadie ni a nada. No se saben sus declaraciones juradas, no se sabe dónde viven, no se sabe qué tienen. Eso no es de República, eso no es de democracia”.
Para finalizar, pidió que tomemos la posta. “Esto es tarea militante. Basta de pedirle al otro que haga cosas que nosotros no estamos dispuestos a hacer. Hay que romperse lo que hay que romperse y lo tienen que hacer todos y todas”.
Y vamos a hacerlo.
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