Política

Denuncian por contaminación a una ONG ligada al rabino Bergman

La asamblea “Más rí­os, menos termas” denunció que una fábrica de quesos de la Fundación Raí­ces (Red de Acciones e Iniciativas Comunitarias por la Empresa Social), cuyo director ejecutivo fue el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Sergio Bergman, contamina desde hace 10 años un arroyo en la localidad entrerriana de Colonia Avigdor, donde viven unas 800 personas.
por La Cámpora
22 dic 2016
Según informo el sitio Contratapa, la denuncia presentada en febrero por el vocero de “Más rí­os, menos termasˮ, Elio Kohan, es por “el vertido exponencial de residuos tóxicos a un arroyo cuyo curso de agua corre a unos pocos metros de las viviendas de vecinos de la localidad, viviendas que se encuentran ubicadas frente a la industriaˮ. “En reiteradas ocasiones, los damnificados solicitaron ayuda a las autoridades de dicha fundación, quedando las respuestas en sólo promesas. En el lugar es continuo el olor desagradable, sobre todo los dí­as de altas temperaturas, y si a esto le sumamos que en tiempo de grandes lluvias el caudal aumenta, llegando muy cerca de sus viviendas, se crean condiciones realmente alarmantesˮ, agrega la nota que Kohan enví­o a la Secretarí­a de Medio Ambiente de Entre Rí­os. La respuesta de los acusados pareció sacada del “Manual del buen contaminanteˮ: agitar la idea de que si se insistí­a con la denuncia, se iba a cerrar el emprendimiento, dejando sin empleo a varias familias, incluso a algunos familiares de Kohan. A su vez, según coincidieron dos fuentes consultadas por Contratapa, Gerardo Bergman ˮ“hermano de Sergioˮ“ comenzó a presionar a la Junta de Gobierno para que levante la denuncia con la excusa de que harí­a una contradenuncia por la red cloacal, ya que hay cinco casas que arrojan sus desechos al mismo arroyo. “Intentaron desviar el foco de atención amenazando a la gente y desprestigiándonosˮ, sintetizó Kohan. La preocupación de la Fundación Raí­ces tiene sustento: según consta en una nota presentada el 8 de marzo en el expediente por los responsables de las áreas de Gestión Ambiental y Bioseguridad de la Secretarí­a de Ambiente provincial, el establecimiento no cuenta con un Estudio de Impacto Ambiental aprobado y no tiene certificado Funcionamiento. Tampoco tení­a certificado de Radicación, que le fue otorgado recientemente, después de muchos años de estar en actividad. Por eso, el 28 de abril se realizó una inspección ocular en la que se pidió la documentación necesaria para el certificado de Funcionamiento, pero no fueron presentados. De acuerdo al acta que se labró, se le dio 25 dí­as a la Fundación Raí­ces para presentarlos. Poco después, el ingeniero Francisco Reyes presentó en nombre de la fundación una “memoria descriptiva del proceso de elaboraciónˮ en la que aseguró que “el suero remanente se bombea a un tanque y de allí­ se destina a la alimentación de animalesˮ. Y con esa nota bajo el brazo, el 19 de mayo la Junta de Gobierno local le concedió a la Fundación Raí­ces un “Certificado de uso de sueloˮ. Pero para el denunciante, la presentación del ingeniero Reyes “es una gran mentiraˮ. Ante la consulta de Contratapa, lo explicó así­: “Es cierto que una parte del suero a veces lo regalan a distintos emprendimientos, como criaderos de chanchos, pero no siempre es así­. Lo que hicieron fue empezar a buscar productores después de que los denunciamos, pero los productores de la zona no alcanzan a absorber todo lo que genera, porque son emprendimientos chicos, familiaresˮ. O sea, a la fundación le sobra lactosuero.
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