Política

Diego David Lescano, "el Pollo"

por La Cámpora
11 ago 2012
Diego David Lescano, más conocido como “el Polloˮ, nació cuando se estaba yendo el año 1986. Justo el 31 de diciembre. Vive en el Barrio Corina, en Villa Domí­nico como varios de sus compañeros de La Cámpora.  Hace muy poco, gracias al programa Fines, pudo terminar el secundario porque le quedaba colgada una materia pero sus compañeros le contaron de este programa con el que logró al fin tener su tí­tulo de Técnico Mecánico. El Pollo cuenta que hasta hace unos años no se animaba a hablar mucho de polí­tica porque en su cí­rculo los únicos que hablaban eran sus padres y los demás adultos. El tiempo fue pasando y entró a trabajar en un laboratorio donde ya con otros compañeros hablaban más de estas cuestiones. Corrí­a el 2009 y un par de ellos lo invitan a sumarse a La Cámpora en Avellaneda. Casi hace tres años exactos de esto porque se estaba organizando una actividad para el dí­a del niño y el Pollo propuso que se hiciera en la puerta de su casa la movida y así­ fue. Cuenta Diego que en esos tiempos empezó a sentir y aprender lo que era tener compañeros, ser parte de un grupo en el que tiraban todos para el mismo lado pero terminó de captar la importancia de todo cuando conoció a Néstor. Y conocerlo, para el Pollo, fue verlo hablando en un acto. "Te atrapaba de solo hablar, más pasión te agarraba de escucharlo a él" dice el Pollo. Después de algunos idas y vueltas la historia de este compañero nos lleva a principios de 2012 cuando la Presidenta tiene que operarse. El Pollo en ese momento no estaba encuadrado en ningún distrito pero igualmente quiso estar cerca de Cristina entonces apenas supo en qué hospital la iban a internar se fue para allá. Se quedó todo el dí­a y cuando llegó la noche el dueño de un lavadero les prestó el lugar a algunos militantes para que se durmieran. El Pollo se quedó todos los dí­as y las noches que Cristina estuvo internada y ahí­ conoció al grupo de Camporistas junto con los que hoy acompaña a La Presidenta a todos sus actos. Estuvo todas las noches durmiendo en ese lavadero por más que podrí­a haberse ido a lo de su padre que vive a 20 cuadras del Hospital Austral. Pero no, el prefirió hacer el aguante junto a los compañeros con los que hoy va a todos lados. Eso que, como él dice, aprendió allá por agosto de 2009 cuando se sumó a La Cámpora.