En la Plaza, la multitud esperaba a las Madres escribiendo y grafiteando una réplica de la fachada de la Casa Rosada de dos metros de alto por seis de ancho, en la que la gente pudo dejar su mensaje al Gobierno.
Ya en la Plaza, las Madres intentaron marchar, no alrededor de la Pirámide como es habitual ˮ“la cantidad de público hacía imposible tal cosaˮ“ sino alrededor de la Plaza. No pudieron hacerlo en el primer intento debido a que todo el mundo se abalanzaba buscando un abrazo que la inestabilidad de sus piernas no podían sostener. Decidieron, entonces, hacerlo arriba de la combi. La multitud marchó detrás, a los costados, por donde pudo cantando canciones y consignas que reivindicaban su lucha.
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Al cierre de la movilización, Hebe pronunció un discurso en el que afirmó que "no es fácil ver esta Plaza llena de gente alegre, feliz, de gente que vino a conmemorar, a acompañar para decirnos que están dispuestos a seguir el camino de nuestros hijos. Pensé mucho sobre qué iba a hablar. Pensé en los partos, el jardín de infantes, la escuela, la universidad, la alegría de tener hijos profesionales, la familia, la alegría de comer juntos".
"La alegría de la militancia, el canto, el amor, la pareja. Los compañeros, que eran otros hijos para mí. Un día mi hijo mayor me dijo que tenía que guardar a un pibe, le dije que le pregunte al padre, mi marido le dijo que me pregunte a mí y entonces yo dije que sí. Y así empecé a entender el maravilloso proyecto de tanto pibe que se jugó la camiseta para que hoy podamos estar acá en libertad, se jugaron la vida por la patria, por el otro", recordó.
"Hijos queridos, todos, los 30.000 desparecidos, los 15.000 fusilados en las calles, los 8900 presos políticos, más de dos millones en el exilio, pasaron a ser todos nuestros hijos. Es tan hermoso, tan increíble, tan único que todos sean nuestros hijos. No hay en el mundo otras mujeres que, como nosotras, podamos llevar en nuestro vientre, en nuestro cuerpo, en nuestro corazón, tanta responsabilidad por tantos hijos que amamos, que queremos y que seguimos defendiendo. Esta patria, le debe a los desaparecidos una reivindicación, vamos a tener que llenar muchas plazas, compañeros, muchísimas, para reivindicarlos.
" ¿Saben por qué? Porque hay que tapar tanta mierda que nos quiere imponer que han sido otra cosa. Nuestros hijos fueron revolucionarios. No importa a que grupo revolucionario pertenecían o si estaban en la lucha armada o no. Todos querían una patria como la que nos dieron Néstor y Cristina. Con eso soñaron nuestros hijosˮ, añadió luego.
Además, sostuvo: “Néstor y Cristina nos dieron 12 años de gran felicidad. En el año 1981 escribí una carta a mis hijos en la cual decía que yo sabía que un día un hijo nuestro iba a cruzar la Plaza de Mayo e iba a ocupar el sillón de Rivadavia. Y lo ocuparon Néstor y Cristina, esos son nuestros hijos. Néstor nos quería mucho, Cristina también. Hoy nos visitó y estuvo casi dos horas con nosotras porque Cristina también es nuestra hija. Estos días han pasado cosas increíble: me planté, sí, me planté, dije basta. Pero no porque soy más macha, sino porque tengo claro que los pueblos podemos muchas cosas más de las que creemos. A veces los pueblos no sabemos cuántos instrumentos tenemos en nuestras manos. Nuestros hijos nos decían que teníamos que llenar las calles y las plazas, por eso las Madres nunca fuimos Madres de escritorio, fuimos Madres de las callesˮ.
“Hemos caminado mucho, pies ampollados y cansados, pero con qué honor, compañeros, era por nuestros hijos. Cuando vino Néstor no hicimos más Marchas de la Resistencia porque el enemigo ya no estaba en la casa de gobierno, estaba un hijo nuestro. Así que paramos las marchas pero las retomamos ahora porque hace ocho meses, en la casa de gobierno, tenemos otra vez un enemigo: el 26 y 27 de este mes retomamos la Marcha de la Resistencia. Tenemos que inundar las plazas con la consigna: ˮ˜Por el derecho a trabajar, resistir sin descansar. Cristina conducciónˮ™. Viva la patria, compañeros".