Política

EL íšNICO SINCERAMIENTO ES DE SUS IDEAS

En el gobierno nacional instalaron la idea de un sinceramiento de la economí­a para justificar el brutal ajuste contra la sociedad. Sin embargo, lo único que sinceraron fue su forma de pensar.
por La Cámpora
30 may 2016

En polí­tica económica no hay un único camino, uno elige por qué sendero transitar. En 2003 Néstor Kirchner podrí­a haber optado por continuar las polí­ticas de ajuste diseñadas por el FMI y ejecutadas por los gobiernos neoliberales. Sin embargo decidió apostar por la soberaní­a, el crecimiento y la inclusión. Mauricio Macri también tení­a opciones: él eligió gobernar con metas ortodoxas de inflación en desmedro de la producción y el trabajo, y transferir riqueza a los sectores concentrados de la economí­a confiando en una modernización de la teorí­a del derrame. La eliminación de retenciones a la minerí­a, el tarifazo en los servicios públicos, la mega devaluación, la apertura de importaciones, la facilitación para la salida de capitales y el impulso a los despidos fueron elecciones, no obligaciones.

El problema que tení­a Macri era que si decí­a lo que verdaderamente pensaba hacer, seguramente no iba encontrar tanto respaldo electoral. Por eso mintió y habló de una campaña del miedo. Cumplido el objetivo de llegar a la Presidencia, tení­a que encontrar una manera de desdecirse de sus promesas. Y ahí­ entraron en acción las muletillas marketineras del oficialismo: la pesada herencia y el sinceramiento de la economí­a.

Pero en realidad lo que sinceraron fueron sus ideas y sus intenciones. Lo dejó clarí­simo la vicepresidenta Gabriela Michetti al señalar que  A  los argentinos les hicieron creer la fantasí­a de que podí­an vivir de esa forma eternamenteˮ.  Dí­as atrás algo similar manifestó el álter ego que utiliza Prat Gay para criticar a su colega del Banco Central. Javier González Fraga sostuvo queLe hicieron creer a un empleado medio que su sueldo medio serví­a para comprar celulares, plasmas, autos, motos e irse al exterior. Eso es una ilusión. No era normalˮ.  Esa es la verdadera matriz de pensamiento de esta ceocracia. Creen que la riqueza debe estar acumulada en las minorí­as más pudientes y que las mayorí­as populares no tienen derecho a mejorar su calidad de vida ni al ascenso social.

Representan la misma derecha que durante el peronismo rechazó los derechos laborales y que la clase trabajadora tuviera aguinaldo y vacaciones. Son un gobierno de ricos y gobiernan para los ricos. Con Macri en la Presidencia hay una fiesta, pero es la fiesta de los poderosos a la que nunca te van a invitar. Y lo ocurrido el 25 de mayo fue gráfico: las miles de personas que solí­an ir a Plaza de Mayo a celebrar fueron corridas por vallas y policí­as, mientras que el Jefe de Estado celebró con unos pocos y de espalda a la sociedad en la residencia de Olivos.

Imágenes