Política

"El problema son los trabajadores"

Francisco Cabrera sinceró que para el Gobierno Nacional el problema son los trabajadores a partir de los despidos en la empresa láctea Sancor.
por La Cámpora
9 mar 2017
La recesión que Nicolás Dujovne y Mauricio Macri niegan se está profundizando y afectando a diversos sectores de la economí­a. La empresa Sancor es una nueva ví­ctima de esta situación. Como el Ejecutivo optó por darle la espalda ante las dificultades que debe afrontar por la crisis, cerró por un mes cuatro plantas y dejó inactivos a quinientos trabajadores cuyo futuro laboral es altamente incierto. Sancor es una cooperativa que hace algunos años cuenta con dificultades estructurales que deben ser resueltas con la incorporación de un socio estratégico. A esto se suma la crisis en el sector lechero que provocó el cierre de numerosos tambos. De modo que a la empresa llega menos leche perjudicando notablemente la productividad. El Gobierno eligió no acudir a la ayuda de la compañí­a generando el parate y las suspensiones conocidas ayer. Lo insólito de esta situación fueron las declaraciones del Ministro de la Producción. Cabrera sostuvo que “el verdadero problema de Sancor son sus empleadosˮ. No es la terrible situación de los tamberos, la caí­da de las ventas. No. Son los trabajadores porque tienen derechos, entre ellos, a un salario digno. Las palabras del funcionario no se circunscriben a un conflicto puntal. Desnuda la matriz ideológica del gobierno de Mauricio Macri. Para ellos los trabajadores son el problema. Es un problema que los trabajadores quieran un salario que cada vez valga más, quieran vacaciones, aguinaldo, condiciones salubres de trabajo. En la lógica de la ceocracia las empresas deben maximizar rentabilidad a costa de los empleados. Cualquier cosa vale en pos de ese objetivo: despedir trabajadores, reducir salarios, aumentar la jornada de trabajo, flexibilizar las condiciones. El gobierno de Macri ha demostrado que es garante de esas aspiraciones empresariales. La multitudinaria movilización del siete de marzo les ratificó su premisa: el problema son los trabajadores. El problema es que los trabajadores están organizados y conscientes de sus derechos, y van a luchar por ellos. El problema es que los trabajadores no aceptan resignar salario ni condiciones laborales para que las patronales que gobiernan en los distintos ministerios aumenten sus ganancias. El problema es que no pueden concretar su programa económico que beneficia a unos pocos porque los trabajadores se niegan a resignar derechos.
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