Política

Espejito, espejito

Mientras mandaba a publicar el decreto sobre el blanqueo hecho a la medida de su padre, el Presidente calificó con un 8 a su primer año de gobierno. Llama la atención tanta satisfacción cuando todos los indicadores económicos han empeorado de manera notable.
por La Cámpora
2 dic 2016
Serí­a bueno conocer qué elementos ponderó Macri para su autoevaluación, porque Argentina cierra un año en el que  la inflación estará en torno al 40 por ciento, el poder adquisitivo del salario y las jubilaciones cayó alrededor de 10 puntos, mientras que el de la Asignación Universal por Hijo descendió un 19%. En relación al empleo, se destruyeron alrededor de 450.000 puestos de trabajo. Lejos de la pobreza cero que prometió, el balance es que aumentó alrededor de un 5% recordando, igualmente, que los valores absolutos medidos por el INDEC Todesca están completamente inflados y distorsionados. En relación a la actividad económica, se observa que cerraron 2.100 empresas y que la industria lleva una caí­da acumulada del 4,9% y la construcción un 13,5%. El Presidente también reprobó en materia de distribución. Antes, el 10  por ciento más rico ganaba 18,7 veces más que el 10% más pobre. Ahora la diferencia trepó a 23,2 veces. El déficit fiscal que fue un caballito de batalla en la campaña electoral aumentó un 47%. Por otro lado, la fuga de capitales es la más elevada en cinco años y ya se fueron del paí­s 10.000 millones de dólares. En lo que respecta a la deuda externa, el Gobierno se endeudó por U$S64.000 millones en términos brutos (cerca del 15% del PBI), cuyo destino fue utilizado para financiar la fuga de capitales, cubrir el déficit fiscal y pagar vencimientos de deuda. Ni un solo dólar fue para obras de infraestructura a largo plazo. Por último, se pueden destacar papelones en el plano internacional como el apoyo a la candidata que fue derrotada en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, la desmentida que hizo el Reino Unido sobre las Islas Malvinas, y el duro reproche de la ONU y la OEA por Milagro Sala quien, a la luz del mundo, es una presa polí­tica cuyos derechos y garantí­a son abiertamente violados. Quizá la gestión de Macri merezca un ocho si se analiza cómo benefició a las grandes cerealeras, a las mineras y al sector financiero que se abocó a la timba en vez de a la inversión productiva. Pero para la inmensa mayorí­a de los argentinos y las cuentas del Estado nacional, este año fue ruinoso.
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