Se nos fue Julieta, otra compañera jóven, que quiso militar por un país mejor, que dejó cosas personales de lado para poder brindarse a los demás y así en sus cortos años de vida, nos deja el mejor recuerdo, el del compromiso, porque la patria es el otro.
¡Hasta siempre compañera!
Julieta Garíia Hryb se sumó a militar en La Cámpora con 21 años durante el 2013, como no podía ser de otra manera en una jornada solidaria. Aquella fue muy especial porque el motivo fue colaborar con la escuelita número 13 de su ciudad, Ramallo.
Allí conoció este hermoso espacio político al que desde ese entonces nunca abandonó. Poco a poco fue asumiendo responsabilidades hasta transformarse en una de las militantes más comprometidas con los ideales y las banderas de nuestro querido proyecto nacional y popular.
Todos la recordaremos con alegría y con amor, porque eso era lo que siempre regalaba. Desde la nariz de payaso que pasaba por cada niño y militante, la rebeldía ante las injusticias y hasta el amor que descubrió militando. Julieta fue luz en este duro camino que es la construcción de un proyecto que busca a incluir a todos.
Dificultades hay y siempre las va a haber, pero tendremos la certeza de que la mejor manera de recordarla es asumiendo sus sueños: seguir transformando la realidad. Todos los compañeros estamos orgullosos de haberla conocido y haber aprendido juntos. Hasta siempre Juli.