“Yo quiero ser llorando el hortelano de la tierra que ocupas y estercolas, compañero del alma, tan temprano… daré tu corazón como alimento. Tanto dolor se agrupa en mi costado, que por doler me duele hasta el aliento. No perdono a la muerte enamorada, no perdono a la vida desatenta, no perdono a la tierra ni a la nada… A las aladas almas de las rosas… de almendro de nata te requiero: que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero” Miguel Hernández
Fuiste ayuda a les que la necesitaban, fuiste olla, fuiste entrega, fuiste solidaridad, fuiste magia, fuiste sonrisa, fuiste bondad, fuiste abrazo, sacaste gente de la calle, les construiste camas, abrigaste a muches en el invierno, aliviaste hambre, tendiste tus manos gigantes, les entregaste tu corazón, tanto diste que hoy te despedimos diciéndote que fuiste nuestro ejemplo. Tan previsor fuiste, que nos hiciste guardar frazadas, gorros, medias y guantes nuevos para las necesidades del próximo invierno… Estamos aturdidos de dolor, ¿qué fue lo que pasó? Pasaron meses, pasaron ollas, pasaron ayudas y en todo siempre estuviste vos, querido compañero. Y hoy este día nos encuentra sin palabras, desearíamos volver a hacer todo lo que hicimos, una y otra vez incansablemente, como vos lo hiciste, si eso significara volver a tenerte. Te juramos no parar hasta hacer realidad tus sueños: una Patria justa, libre y soberana. ¡La pandemia nos unió y ya nada nos separará! ¡Te queremos Iván! [gallery ids="89052,89051,89049,89050"]