“Nuestros jóvenes, nuestros niños deben saber que se debe honrar la memoria de los caídos por la patria, porque además, hubo gente que sin estar obligada, sin estar convocada, fue a dar su vida por la patria, porque los ejemplos enseñan más que mil discursos o mil historias.ˮ
Estas fueron sólo algunas de las palabras que la Compañera Presidenta expresó en Río Gallegos al conmemorar un nuevo 2 de abril en homenaje al día del veterano de guerra y evocación del 29 ° aniversario de la gesta de Malvinas.
En aquellos tiempos, Río Gallegos parecía una ciudad fantasma. La ignorancia y enajenación de quienes se sirvieron de la vida de cientos de jóvenes con el sólo objetivo de perpetrarse en el poder, generaba que en esta Ciudad, por ejemplo, se debiera realizar el operativo oscurecimiento.
Así lo relataba Cristina durante su discurso “(ˮ¦) la mayoría de las casas que no tenían persianas -Río Gallegos era mucho más chica- debíamos ocultar la luz, muchos se acordarán, con frazadas porque la ciudad debía quedar totalmente a oscuras, inclusive los autos, tapar sus faros y dejar apenas una línea para poder circular, porque la amenaza era que podían bombardear la ciudad de Río Gallegos para finalmente disuadir y de esa manera finalizar la guerra (ˮ¦)ˮ
Así vivieron los ríogalleguenses. Se sabía cuántos aviones despegaban desde allí y cuántos no regresaban. Y una vez más desde el centro de nuestro país pretendían montar un verdadero escenario cinematográfico que por aquella ignorancia no vislumbraron ˮ“por colocar algún verbo, la verdad que “vislumbrarˮ era algo imposible para los dictadores de aquella época- que más temprano que tarde, los argentinos sabríamos la verdad.
Y aquí es donde nos resulta por lo menos extraño el hecho que en estos tiempos a la luz de una democracia que madura día a día, los que apoyaron la malvinización y una vez corrido el velo, defendieron la desmalvinización como proceso, son los mismos que se expresan a través de los mass media monopólicos que hoy no hay libertad de expresión y a partir de esa frase disparadora comienza una larga exposición sin interrupción ni repregunta por parte de los empleados del señor M, acerca del grave ataque a las instituciones que este Gobierno lleva a adelante como consecuencia de sus prácticas autoritarias, fascistoides, aprietes y amenazas.
Sí, leyeron bien. Los mismos que pronunciaban una y otra vez “estamos ganandoˮ son quienes denostan a este Modelo Nacional y Popular que comenzó allá por el 2003 comandado por Néstor y hoy continúa de la mano de Cristina profundizando una Nación integrada, más justa, con igualdad de oportunidades e inclusión de los sectores más vulnerables.
Cristina salda deudas y repara otra vez: nuestros veteranos de guerra, nuestros combatientes se transformarán en "Héroes de Malvinas" a partir de una iniciativa de la Legislatura de Santa Cruz, propuesta a la cual Cristina instó a que fuera replicada a nivel nacional.
Además pidió que en todos los actos se lea una carta que escribió un docente que fue voluntariamente a Malvinas; que por lo menos un aula de cada escuela lleve el nombre de algún soldado, oficial o sub oficial que haya muerto en la guerra, “porque no puede llamarse a un país Nación, si no reconoce y recuerda a quienes murieron por ella.ˮ señaló Cristina; y reclamó que cada visita oficial al país, además de ofrecer un reconocimiento a San Martín, visite el homenaje a los caídos en Malvinas. "Nos convierte en una Nación con memoria y honor", aclaró.
Ante un escenario que reflejaba la maduración concreta que la democracia Argentina atraviesa, flameaban las banderas oficiales junto a las banderas de los partidos políticos, y todas ellas junto a la bandera de los argentinos.
No debemos olvidar que las Malvinas son argentinas y que este Modelo no cejará en nuestro reclamo.
Que no nos quieran confundir cuando nos dicen serviles y aprovechadores que nos servimos del Pueblo.
Frases como estas sólo son parte de la retórica pura y la proyección psicológica de los empleados del señor M. Ya Sigmund Freud a fines del siglo XIX hablaba acerca de la proyección, entendida como aquel mecanismo presente en las personalidades paranoides o en sujetos directamente paranoicos que opera en situaciones de conflicto emocional o amenaza de origen interno o externo, atribuyendo a otras personas u objetos los sentimientos, impulsos o pensamientos propios dirigiéndolos hacia algo o alguien y atribuyéndolos totalmente a este objeto externo.
Nuestro Pueblo acompaña y no se cansa de gritar Gracias Néstor, Fuerza Cristina, y estas frases no son retóricas sino una muestra más de la realidad concreta de un país que dijo basta al realismo mágico de sus otrora interlocutores.