Minutos antes de las 9 de la mañana, las primeras columnas comenzaron a juntarse frente a la entrada del Espacio Memoria y Derechos Humanos en el barrio porteño de Núñez, donde funcionara la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), el más emblemático Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio del país, que al igual que el 24 de marzo del año pasado fue el sitio elegido como punto de partida para comenzar a marchar hacia Plaza de Mayo.
Frente al mismo lugar en el que hace 14 años Néstor Kirchner pidió perdón en nombre del Estado nacional "por la vergí¼enza de haber callado durante 20 años de democracia tantas atrocidades" y anunció la recuperación de ese predio para convertirlo en un espacio de memoria, miles de jóvenes iniciaron la marcha ocupando cuatro carriles de la Avenida del Libertador a lo largo de siete cuadras, hasta llegar a la General Paz.
A medida que fue avanzando por Libertador y llegaba a Plaza Italia, la columna fue creciendo en número con organizaciones que se iban sumando en el camino y ciudadanxs que decidieron participar de la convocatoria y caminar hasta la Plaza de Mayo para asistir al acto central de Madres, Abuelas y Organismos de Derechos Humanos.
También sobre Santa Fe se fueron sumando vecinos, militantes de organizaciones políticas, sociales y sindicales, y diputados y diputadas nacionales que iban llegando a medida que la movilización crecía.
En la esquina de las Avenidas 9 de Julio y Santa Fe, el diputado nacional Máximo Kirchner destacó que "sin las Madres y las Abuelas, Néstor no hubiera bajado los cuadros; ni las políticas de Derechos Humanos serían un ejemplo a nivel internacional. Muchas veces el poder económico y mediático nos hacen sentir que no se puede, pero ellas te hacen sentir que se puede, que hay que tener mucha convicción, voluntad, confianza y racionalidad".
Asimismo, Máximo explicó que la idea de esta marcha es "llevar el 24 de marzo a lugares que negaron y siguen negando lo que pasó", y al mismo tiempo "demostrar que mujeres y hombres que tienen sueños, que tienen memoria, están dispuestos a caminar 13, 15, 20 kilómetros, a trabajar, a aportar todo lo que cada uno tenga, y sin violencia, cantando".
Uno de los momentos más emotivos de la marcha fue la llegada de los compañeros Carlos Zannini y Luis D'Elía, recientemente liberados por el Tribunal Oral Federal 8, tras la injusta prisión preventiva a la que fueron sometidos por orden del gobierno y sus socios en el poder, y ejecutada por magistrados inescrupulosos que hoy conforman lo que se conoce como Partido Judicial.
No obstante estas dos buenas noticias, predominó en el reclamo de quienes marcharon la exigencia de la libertad inmediata para Milagro Sala y demás presas políticas de la organización Tupac Amaru, y para los compañeros Julio De Vido y Fernando Esteche, también injustamente detenidos por motivos extra jurídicos.
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