Política

Huelga general en Brasil

A 100 años de la primera huelga general de su historia y tras 21 años desde la última, el pueblo de Brasil está de pie y en lucha. La huelga general del 28 de abril de 2017 será recordada como un momento clave en la historia de la resistencia de millones de compatriotas latinoamericanos en defensa de sus derechos y por la dignidad.
por La Cámpora
2 may 2017
La embestida de la oligarquí­a, que es quien realmente gobierna Brasil, siendo Michel Temer un personaje menor con más del 85% de rechazo popular y que pasará a la historia como un traidor al servicio de los poderosos,es brutal. Entre sus "planes" para sacar a Brasil de una crisis mayormente inducida por ellos mismos, se encuentran:
  • Una reforma jubilatoria que harí­a virtualmente inaccesible este derecho para la gran mayorí­a de los trabajadores, que aún están en la informalidad
  • Dar por tierra con el corazón de los derechos de los trabajadores consagrados en 1943 por Getulio Vargas.
  • Posibilitar la extensión de la jornada laboral hasta 12 horas, flexibilizando el trabajo de embarazadas y habilitando el trabajo domiciliario para recortar costos.
Esta embestida se produce en momentos donde las principales organizaciones polí­ticas populares se encuentran atravesando la crisis posterior al golpe parlamentario contra Dilma Rousseff. A pesar de la represión, el linchamiento mediático y judicial de sus principales lí­deres, como Lula y Dilma, el movimiento popular brasileño encontró en la unidad en las calles de los obreros, campesinos, movimientos sociales y estudiantes, la forma de dar una respuesta contundente a la voluntad manifiesta del gobierno ilegal e ilegí­timo de Temer de retroceder al siglo XIX en materia de derechos laborales. Ante el previsible aumento de la conflictividad social, esta situación de excepción que vive el hermano paí­s Brasileño, con un gobierno surgido de un golpe parlamentario que es rechazado por la población, debe encontrar tarde o temprano un desenlace  polí­tico. Esto lo sabe el poder económico y sus socios y por eso buscan, por un lado apurar la embestida sobre los derechos sociales y avances populares de los gobiernos del PT, y por otro redoblar la apuesta a la persecución judicial de los lideres populares y la criminalización de la protesta. En pocos dí­as, Lula, única expresión polí­tica capaz de traducir la energí­a social en proyecto polí­tico para las grandes mayorí­as de Brasil que sufren el ajuste y desempleo, está citado a declarar y muchos buscan que quede preso. En su discurso en un multitudinario acto durante la huelga general, Lula afirmó que "el poder  económico y  mediático saben  que voy a  enfrentarlos  en las urnas y derrotarlos." Esa es la gran apuesta y la esperanza del pueblo brasileño y latinoamericano. Secretaria de Polí­tica Internacional
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