Militancia

JUJUY: UN PRIMER PASO PARA TERMINAR CON LA VIOLENCIA DE GÉNERO  

El jueves pasado se aprobó en la Legislatura de Jujuy la Ley de Emergencia por Violencia de Género, tras la gravísima situación que atraviesa la provincia en esta materia. El gobierno de Gerardo Morales sólo asumió esta realidad luego de los femicidios de Cesia, Iara, Alejandra, Roxana y Gabriela, ocurridos en menos de 40 días.
por La Cámpora
2 nov 2020
Durante más de seis meses la legislatura provincial estuvo paralizada, siendo sus diputados y diputadas convocadas sólo cuando el gobierno provincial enviaba un proyecto. En una de esas sesiones habilitadas por el Ejecutivo local, la diputada y militante de La Cámpora, Leila Chaher, exigió de manera urgente que la Comisión de Género volviera a funcionar para dar respuesta a la gravísima situación que atraviesa la provincia, convocando a las organizaciones feministas, de mujeres, de diversidades, gremialistas, sociales, académicas, entre otras, para exponer sus realidades y emitir propuestas concretas para la elaboración de una Ley de Emergencia. A la semana siguiente, se recibió en la cámara a 76 organizaciones sociales y políticas, hecho inédito parala provincia. Asistieron también familiares de víctimas de femicidios, la titular del Consejo de las Mujeres y algunos fiscales. La Comisión de Igualdad de Oportunidades de Perspectiva de Géneros, que cuenta con mayoría oficialista, escuchó los aportes de las organizaciones pero no generó una instancia de debate real. A esto se le sumó que el gobierno provincial envió un proyecto de emergencia que no contemplaba las propuestas de las organizaciones y volvía a manifestarse de manera sectorial con la impunidad que lo caracteriza. Con el riesgo de que ese proyecto sea aprobado por mayoría, Chaher promovió los debates para que se elabore uno que terminó incluyendo el 80 por ciento de las propuestas de las organizaciones y modificando casi en su totalidad el enviado por el gobierno de Morales. Asimismo, se discutió el nombre de la ley, pues el oficialismo se negaba a que llevara el nombre de Iara Rueda. El contenido de una ley también tiene una finalidad reivindicatoria, buscando, por un lado, conceder derechos a las mujeres en situación de violencia y, a su vez, evitar olvidar ese nombre que refleja la crisis en la provincia. Las palabras tienen poder y fuerza. El lenguaje produce efectos. Visibilizar a Iara, nombrándola para que este proyecto de ley lleve su nombre, fue una de las consignas que Chaher defendió desde el primer día. En este sentido, la familia de Iara elaboró un petitorio para que la ley lleve el nombre de su hija en donde se juntaron casi 10.000 firmas, a lo que el oficialismo no pudo negarse. Durante el debate, la legisladora Laila Chaher remarcó: “Esta conquista es el resultado de la lucha de un pueblo organizado, de las mujeres organizadas y preparadas que vinieron a proponer a esta Cámara en medio del dolor, con altura, respeto y tenacidad. A Ellas nos debemos”. El femicidio de Iara generó un punto de quiebre en la sociedad jujeña que le dijo basta a la violencia machista. La pueblada histórica y espontánea de Palpalá y de cada localidad de la provincia exigiendo justicia, la movilización inmediata de organizaciones feministas, sociales, de mujeres y de la diversidad, el despertar de miles de jóvenes y mujeres que se sintieron interpeladas por el dolor, la impunidad, la falta de respuestas por parte del Estado y por la gravísima situación, generó un antes y un después en Jujuy. La muerte de Iara no puede ser en vano. Simboliza la urgencia de contar con políticas públicas reales con perspectiva de género en todos los poderes y niveles del Estado. Porque Iara no las tuvo. Su femicidio debe marcar un precedente y no quedar como una estadística más, sino que tiene que representar la esperanza de poder cambiar la sociedad, tornándola más justa, igualitaria y libre de violencias machistas. La discusión en el recinto contó con la permanente vigilia de las organizaciones feministas y disidentes en la escalinata de la Legislatura. El trabajo militante constante del movimiento feminista y diverso, la presión social, el diálogo con las familias de las víctimas, enmarcadas en el debate político, permitieron la elaboración de una herramienta dolorosa para comenzar a dar las respuestas que la sociedad necesita y que hasta ahora habían sido ignoradas.  Por eso, el 29 de octubre será recordado como un día histórico para el movimiento de mujeres feministas y disidentes, que desde el 2007 toman nota de los proyectos de emergencia que fueron cajoneados. Resta continuar exigiendo al Gobierno de Morales para que cumpla de manera inmediata y efectiva con cada articulado de la ley. A su vez, se seguirán exigiendo más leyes y políticas públicas para garantizar que la erradicación de la violencia machista. Al tiempo que es fundamental continuar fortaleciendo la militancia feminista y diversa para generar el cambio cultural que Jujuy necesita. Por último, es imprescindible lograr que el Estado provincial en todos sus poderes, se transforme y comience a gestionar en clave feminista. Jujuy ya cuenta con la Ley de Emergencia Iara. Ya contamos con un primer paso para transformar el Estado neoliberal y patriarcal: la ley como una herramienta legal que ahora llevan cada joven mujer y disidente y  fue fruto de una conquista colectiva. [gallery ids="88756,88757,88758"]
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