En la madrugada del pasado 5 de marzo, y en una clara muestra de apoyo al proyecto nacional y popular, compañeros militantes de La Cámpora Capital, decidieron marchar rumbo a la localidad de Villa María, en la provincia de Córdoba, para acompañar a la Presidenta en el acto de entrega de 400 viviendas dentro del Plan Federal de Viviendas, que se viene realizando desde el año 2005 con la gestión de Néstor Kirchner.
La emoción y ansias de participación lograron vencer el sueño y nuestros jóvenes se reunieron en el Correo Central donde una combi los aguardaba. Emprendieron el viaje y arribaron a la moderna localidad de Villa María. Allí se reunieron con los compañeros de La Cámpora Córdoba y militantes de otras agrupaciones a medida que iban llegando.
Entre saludos, reencuentros y charlas, Andrés “El Cuervoˮ Larroque, Secretario General de La Cámpora, saludó con un abrazo a su par en Córdoba, el compañero Bruno Cavalleri sintetizando de esta manera la unión de la juventud militante en el proyecto nacional y popular.
A las cinco de la tarde, salieron dos colectivos cargados con compañeros, banderas y cantos con consignas militantes hacia el lugar del acto. El intendente de Villa María, Eduardo Acastello, ofició de presentador y comenzó su discurso con una descripción del esfuerzo en el trabajo de obra pública realizado por el Gobierno nacional, sin dejar de mencionar las trabas que le ponen desde la municipalidad las patotas de la patronal sojera y culminó eufórico llamando a movilizar y defender los avances del gobierno popular.
Luego fue el turno de la Presidenta, que habló ante una multitud que peleaba por acercarse al vallado, en su mensaje habló del rol del Estado, de la crisis internacional que provocaron y sufren los poderosos, de la importancia de la protección del empleo, de estar e ir todos juntos, de ser más solidarios los que más tienen, también habló de la militancia y de la juventud y cerró su discurso ante una ovación, bajó del escenario a saludar a su gente, el pueblo, sus militantes a quienes les tendió un abrazo.
La desconcentración se hizo dentro de un ambiente cargado de alegría, en el que el pueblo siente que sus derechos por fin son reivindicados y se puede volver a creer en la posibilidad de un país mejor con inclusión para todos.