Editorial

El lawfare avanza

La causa “Cuadernos”: un mamarracho jurídico

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Después de la infamia de la causa “Vialidad”, sigue el mamarracho de los cuadernos. Sin una sola prueba, montan una nueva condena anunciada para sostener que la Década Ganada fue una ficción, una asociación ilícita de 40 millones de argentinos y argentinas. Los puntos principales del armado de una persecución tan ridícula como maliciosa. La Argentina en libertad condicional.

por La Cámpora
6 nov 2025

Luego del desenlace infame de la causa “Vialidad” que resultó en la proscripción de Cristina y el secuestro de nuestra democracia, esta semana comienza un nuevo espectáculo mediático-judicial en Comodoro Py, sucursal privilegiada de la mafia judicial. Se trata de la llamada causa “Cuadernos”, otro proceso fake diseñado para perseguir a quienes le hacen frente a los poderosos de siempre de la Argentina.

Años usando y extorsionando empresarios a quienes metieron presos y apretaron para que declaren contra Cristina Fernández de Kirchner, sin éxito alguno. Las “pruebas” en esta causa no son más que anotaciones en unos cuadernos del chofer de un funcionario, quien dijo haberlos quemado en una parrilla, pero que misteriosamente aparecieron un año y medio más tarde de iniciada la investigación con miles de correcciones, tachaduras, caligrafía de más de cuatro personas distintas y estilos de redacción disímiles. Dos de los cuadernos, los más novelados, sugestivamente nunca aparecieron.

Durante el primer año y medio, el fiscal Carlos Stornelli y el juez Claudio Bonadio, quienes armaron la causa a partir de una maniobra de forum shopping impulsada por el Grupo La Nación, aportante de la supuesta “prueba”, llevaron adelante una investigación ilegal basada únicamente en fotocopias de unos cuadernos. A partir de ese material, ordenaron la detención de decenas de exfuncionarios y empresarios, ejerciendo feroces extorsiones para que declaren según un libreto prefabricado: que los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner constituían una “asociación ilícita”. Nada de esto tiene valor probatorio, ni se puede tomar en serio. Ningún acusado ni investigado dijo haber recibido pedido alguno de Cristina o de haberle entregado algo.

Tampoco se pueden tomar en serio declaraciones de funcionarios de cuarto orden que aseguran haber estado en la habitación de la entonces presidenta y haberla visto en pijama. Un disparate que todos saben imposible.

Una de los últimos papelones (por ahora, porque el circo sigue agregando funciones) lo vimos cuando algunos de los acusados ofrecieron entregar bienes que ya tienen embargados a cambio de impunidad. Es claro: a esta Justicia no les interesa la suerte de los empresarios, sólo quieren demonizar y castigar a Cristina para disciplinar a quienes toquen sus intereses. Tan evidentes son las irregularidades que algunos empresarios piden ir a gritos a tribunales para probar su inocencia.

El lawfare avanza y no concluirá hasta destruir completamente al peronismo. Lo advirtió Cristina en su última carta pública desde San José 1111: están iniciando una fuerte ofensiva para tratar de romper el peronismo y al campo nacional y popular en su conjunto, para transformar la Argentina en una factoría y quebrar su organización social y política. Van a poner en juego todo lo que haga falta.

Hace apenas una semana, la misma Corte mafiosa que proscribió a Cristina ratificó la condena contra el compañero Martín Sabbatella por la aplicación de la Ley de Medios e inhabilitó de por vida al compañero Guillermo Moreno por repartir cotillón con la leyenda “Clarín Miente”. Se ve que la verdad no puede escribirse ni en un globo de inflar para los cortesanos. Habrá que seguir denunciando y combatiendo la persecución. Porque por mucho que quieran poner piedras sobre su cauce, el pueblo es como un río que siempre encuentra las maneras de volver.

Principales puntos para entender la causa

La causa cuadernos fue armada de principio a fin, un verdadero mamarracho jurídico.

  1. Los cuadernos truchos. La causa se inició y supuestamente se “investigó” con fotocopias manipuladas. Estas fotocopias fueron entregadas al fiscal Stornelli por un periodista del diario La Nación, que construyó la narrativa ficcional en la que se basó la denuncia. Aparecieron solo seis de los supuestos ocho cuadernos originales… dos años después. Llegaron a las manos del mismo periodista mientras caminaba por el barrio de Núñez.

  2. Para acusar a Cristina sin pruebas, se recurre nuevamente a la figura de la asociación ilícita. La asociación ilícita es un delito inconstitucional (así lo declararon múltiples fallos) creado para encarcelar y perseguir políticamente. Al igual que en la causa “Vialidad”, se la acusa sin una sola prueba. Ningún acusado la nombró ni mencionó pedido alguno de Cristina. Para poder acusarla de delitos que no cometió, y lo que es peor, no podía cometer, la acusan por asociación ilícita.

  3. Los “arrepentidos” fueron en realidad extorsionados bajo amenaza o prisión preventiva. Amedrentaron a empresarios y ex funcionarios que estaban mencionados en las fotocopias para que en sus declaraciones involucren a Cristina, pero nada de esto sucedió.

  4. Las declaraciones se realizaron violando la Ley del arrepentido, que obliga a tener un registro audiovisual de las declaraciones de los arrepentidos. Las confesiones fueron guionadas y negociadas en privado, bajo extorsión, y luego firmadas, invalidando el propósito de la ley.

  5. El juez Bonadio y el fiscal Stornelli fueron puestos a dedo en esta causa. No fueron sorteados ni estaban de turno. Fue un claro caso de forum shopping (eligieron al juez y el fiscal dispuestos a hacer semejante mamarracho). Su rol no fue investigar y juzgar, sino que cometieron todo tipo de irregularidades y atropellos como parte de una maquinaria de persecución contra el peronismo en general y Cristina en particular.

  6. El peritaje fue concluyente. Luego de la aparición mágica y manipulada de los cuadernos originales se realizó el peritaje técnico sobre la escritura:
  • Se detectaron miles de enmiendas, tachaduras y sobreescritos.
  • El peritaje fue firmado por unanimidad, esto es, los peritos de los acusados y los peritos oficiales coincidieron en todas las conclusiones.
  • No se pudo determinar la fecha de los cuadernos porque fueron realizados con tinta y lapiceras no evolutivas (un tipo de tinta que no permite determinar antigüedad). 
  • Se detectaron otros "puños escritores" distintos al del supuesto autor, Oscar Centeno. 
  • Se detectó distinta velocidad de escritura, sobre todo en los últimos dos “cuadernos”. Esto , en otras palabras, demuestra que fueron dictados los cuadernos donde aparece la novela instalada mediáticamente.