La volanteada acompañó esta vez la decisión judicial de la Justicia porteña, que suspendió el aumento de la tarifa del subterráneo mediante una medida cautelar. La cuestión de fondo, que tramita allí a raíz de una acción de amparo, tiene que ver con la exigencia de una auditoría sobre la empresa prestadora del servicio del Subte, que podría tener inflados los costos con los que justifica la "necesidad" de un aumento de tarifas.
Las asociaciones de consumidores que integran la Multisectorial estiman que si se confirma el tarifazo en este medio de transporte, cerca de 40 mil usuarios dejarán de utilizarlo diariamente porque les será imposible afrontar el gasto, y se volcarán a medios de transporte alternativos, como el colectivo. La mera posibilidad de que esto suceda demuestra la falta de una estrategia integral de transporte y la falta de una planificación estratégica del transporte público. A su vez, demuestra el sesgo elitista de Cambiemos, que busca reservar un medio de transporte eficiente a las capas de la sociedad cuyo poder adquisitivo es más alto.
Además, desde la Multisectorial denuncian que el PRO aumentó un 582 por ciento el boleto en los últimos cuatro años, algo que no tiene punto de comparación con ningún índice inflacionario, ni con las inversiones realizadas para expandir o mejorar el servicio. El actual jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, reveló incluso que no se construirán las tres nuevas líneas programadas, lo cual implica el inclumplimiento de las disposiciones de la ley de subtes de la ciudad y de una de sus promesas de campaña.
Los usuarios y vecinos manifestaron su preocupación ya que e aplicarse el aumento en el futuro, afectaría directamente en el consumo y en la economía familiar.
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