Política

La industria láctea también en crisis

La crisis del sector industrial va en aumento, sosteniendo la mitad de su estructura paralizada. El sector lácteo expone su situación, sumándose Verónica a las empresas que solicitaron un Procedimiento Preventivo de Crisis, poniendo en riesgo la estabilidad de sus casi 700 empleados y empleadas.
por La Cámpora
14 mar 2019
El consumo de leche bajó un 10% desde que asumió Mauricio Macri, según detalló a principios de este año el Observatorio de Polí­ticas Públicas de la UNDAV (Universidad Nacional de Avellaneda). El informe revela que el sector lácteo registra una caí­da de la producción del 12,7% en el acumulado de los últimos 3 años. Mientras en 2015 el sector lácteo procesaba $12.061 millones, en 2018 produjo poco más de $10.500 millones. Asimismo, se indica que la cantidad de tambos se redujeron un 8,1% en tres años, destruyéndose aproximadamente 1400 empleos. Sólo durante 2018, cerraron 775 tambos. Desde 2015, los productos lácteos acumulan un 170% de aumento de precio, imposibilitándose el acceso a este alimento esencial a los sectores populares; repercutiendo de forma directa en el crecimiento, la nutrición y el desarrollo de las potencialidades de nuestros pibes y pibas. Recientemente el INDEC informó que la industria utilizó la mitad de su capacidad instalada durante enero de 2019, trabajando a su nivel más bajo desde 2002. Especí­ficamente, el bloque de alimentos y bebidas sostuvo un nivel de utilización de 57,5% en enero del corriente.   Es así­ como Verónica, empresa fundada hace casi 100 años en Santa Fe, pidió recientemente un Procedimiento Preventivo de Crisis a causa de la baja en las ventas y la acumulación de una deuda bancaria con entidades locales de más de $1.110 millones. En la actualidad, sostiene a todos sus empleados y empleadas cobrando el sueldo  en cuotas desde hace varios meses. A su vez, los dueños no están realizando  las contribuciones patronales y aportes a la seguridad social desde febrero de 2018. Sus tres plantas están trabajando al 40% de su capacidad y la que se dedica a la producción de leche en polvo funciona cada 15 dí­as, corriendo riesgo de cierre o reducción de personal.   Del mismo modo, SanCor entró en crisis en 2016 y desde ese momento realizó despidos, retiros voluntarios y acuerdos prejubilatorios. Luego de meses de inactividad, cerró una de sus plantas en Brinkman, Córdoba. La misma situación atraviesa  Ilolay, la cual en 2018 cerró una de sus plantas en Suardi, Santa Fe. Al igual que La Serení­sima, que también cerró su planta en Las Varillas, Córdoba, despidiendo a sus operarios y operarias.   Por su parte, La Suipachense, se encuentra en concurso de acreedores desde principios de 2018, a raí­z de un pasivo de alrededor de $250 millones, poniendo en peligro la continuidad laboral de todos quienes allí­ se desempeñan. En contraposición, en 2018 se sucedió un récord histórico de consumo de yerba mate, aumentando en 2 millones de kilos en comparación con el 2017. El modelo económico implementado por el gobierno de Mauricio Macri se traduce en menos leches para nuestros pibes y pibas, menos laburo para nuestros compatriotas y más mate o mate cocido para engañar el dolor de estómago que genera el hambre.
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