Braian Toledo es el ejemplo de cómo el Estado, a través de una política social inclusiva, puede cambiar la vida de las personas.
La historia de Braian se puede plasmar como un resumen claro de que la presencia e injerencia estatal es un arma de transformación para mejorar lo que la realidad individual, solitaria, no puede.
Braian Toledo es un deportista que tiene pasta desde pequeño, aquellos talentos que aparecen y que alguien descubre por casualidad. Luego, a esa casualidad la acompañó el esfuerzo individual y la mano del Estado.
Sus inicios en el mundo del deporte comenzaron de la mano del profe Gustavo Osorio que lo llevó a la Escuela Municipal de Atletismo de Marcos Paz, de allí a los Juegos Evita y finalmente al Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo.
Los logros deportivos, record nacionales y luego internacionales, y una beca de la Secretaria de Deportes de la Nación, llevaron a Braian a participar de los Juegos Olímpicos Juveniles en Singapur. Desde ese lejano lugar trajo la gloria, la medalla de oro en jabalina, que hace 62 años Argentina no lograba.
El oro en su pecho es más que una hazaña individual y colectiva. Es un esfuerzo de Braian y del conjunto de los argentinos, plasmado en el rol activo que tuvo el Estado en la historia de este muchacho.
Una necesidad, un derecho.
El día que la presidenta Cristina Fernández anunció el envío del proyecto de ley para declarar de interés público la comercialización y distribución del papel de diario, finalizó su discurso recordando a Braian.
“A Braian lo descubrimos, increíble, parece casi una parábola, en un campeonato Evita, ahí la Secretaría lo identificó y lo becó, hoy tiene una beca de 2.500 pesos por mes, que no es mucho, pero que le permite dedicarse por entero y haber obtenido una medalla de oro en atletismo luego de 62 años que Argentina no tuviera ninguna medallaˮ, sostuvo Cristina.
En otro tramo de su discurso, la presidenta dejó en claro, cristalizó, la importancia de las políticas públicas inclusivas, aquellas que muchas veces son tildadas como un “gasto enormeˮ. Narrando la historia de Braian, demostró que lo que algunos ven como gasto es una inversión social, y que lo “enormeˮ, es la alegría de Braian, su familia y de todos los argentinos en general.
“A este joven, ejemplo de la Argentina que queremos, cuando le entregué la bandera -porque además de abanderado del colegio fue el abanderado de la delegación argentina a los juegos juveniles olímpicos de Singapur- lo recuerdo muy bien, no sé si estará grabado por Canal 7, porque estaba Canal 7 presente, le dije: Braian, cuando tires la jabalina imaginate que con la jabalina va la bandera argentina y clavala lo más lejos posible".
"No creo que se haya acordado de mí, ¿saben de qué creo que se acordó? Se debe haber acordado de su casa, de su madre, de sus hermanos, de las cosas que seguramente habrá tenido que vivir y de que hoy, por que alguien se acordó de él, no un gobierno sino el Estado, el único que puede acordarse de estos jóvenes y darles las oportunidades que nunca tuvieron cuando tienen valores; yo creo que pensó en todas esas cosasˮ, concluyó la compañera presidenta.
Los resultados logrados por Braian, son una muestra de que el discurso instalado que cae con fuerza sobre cualquier intento de redistribución, se derrumba por su propio peso, al no poder anclarlo nunca con la realidad.
Braian Toledo explicita lo trascendente y transformador que es en la vida de las personas la participación activa del Estado.