Política

La polí­tica contra la trata: algunas cifras

por La Cámpora
1 mar 2013
En fin del año que pasó estuvo signado por una nueva demostración de cómo el Poder Judicial muchas veces se aleja de lo que entendemos por justicia. El vergonzoso fallo de la Cámara Penal de Tucumán que absolvió a los 13 imputados por el secuestro y el sometimiento a la prostitución de Marita Verón, deja en evidencia la necesidad de una democratización de este poder del estado, que acompañe la decisión polí­tica de combatir la trata de personas que tomó Néstor Kirchner y que Cristina Fernández de Kirchner continúa profundizando, registrando logros que en otros tiempos hubieran sido impensados. Las primeras iniciativas contra la trata de personas datan de 2005 y uno de los últimos actos de gobierno de Néstor fue la sanción de un Programa Integral contra la trata de personas en 2007. Sin embargo, fue a partir de agosto de 2008 cuando más se pudo avanzar en este tema ya que, con el fuerte impulso de nuestra Presidenta, el Congreso aprobó la Ley N ° 26.364 de Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a sus Ví­ctimas. Esta ley dio lugar a la creación de lo que hoy es el Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata, que con un grupo de abogados, psicólogos y trabajadores sociales, participa de allanamientos por orden Judicial para brindar a las ví­ctimas un acompañamiento apropiado desde el primer momento del rescate, evitando revictimizaciones innecesarias. Desde que éste empezó a funcionar a diciembre de 2012, de acuerdo con las estadí­sticas que lleva el organismo, se rescataron 4321 ví­ctimas de trata de personas y delitos conexos en el marco de 1930 allanamientos realizados por las fuerzas de seguridad federales (PFA, GNA, PNA, PSA), en los cuales 1484 personas fueron detenidas. Estas cifras escalofriantes dan cuenta, por un lado, de un continuo y profundo trabajo para poner fin a la trata y muestran, por el otro, la envergadura del problema que afrontamos, que exige con todos nos comprometamos con esta lucha. Desglosando esos números, se puede ver que el 51% de las personas rescatadas eran ví­ctimas de explotación laboral, el 49% lo era de explotación sexual, y el 1% restante fueron personas rescatadas al momento de la captación y/o del traslado, por lo que no llegó a consumarse la explotación. Es importante tener presente ha sido mucho menor la cantidad de procedimientos por trata con fines de explotación laboral que por trata con fines de explotación sexual, pero que, por lo general, estos procedimientos han arrojado un número mayor de ví­ctimas rescatadas que los realizados en prostí­bulos o lugares en los que se lleva adelante el comercio sexual. Esto se explica en buena medida por la naturalización que todaví­a existe de situaciones de explotación en el mundo del trabajo, que no son denunciadas. En cuanto a las ví­ctimas rescatadas, también es importante destacar que la gran mayorí­a era mayor de edad y que sólo un 14% tení­a menos de 18 años. Si bien se trata de un porcentaje bajo, estamos hablando de más de trescientos niños y niñas en situación de explotación sexual o laboral rescatados de 2008 a la actualidad. De acuerdo con los datos oficiales, en los últimos dos años (2011 y 2012) se recibieron muchas más denuncias que en los años anteriores, representando éstas el 73% de las denuncias totales recibidas por el mencionado Programa desde que éste comenzó a funcionar en 2008. El incremento de las denuncias se explica por la mayor conciencia social sobre la problemática y la ardua tarea de sensibilización y difusión llevada adelante por distintos organismos del Estado y por organizaciones de la sociedad civil. También se ha registrado un incremento de las denuncias en los perí­odos en que ha habido campañas de sensibilización importantes, lo que muestra la importancia de sostener en el tiempo la difusión de esta problemática y las actividades orientadas a la prevención de la trata. Estos resultados han sido posibles gracias a la creación de dispositivos especí­ficos, la capacitación de funcionarios de diferentes organismos que se han sumado a esta lucha, la elaboración de protocolos de actuación para las fuerzas de seguridad y para la asistencia integral de las ví­ctimas. Otra de las medidas orientadas a prevenir la trata y la denigración de las mujeres ha sido el Decreto que firmó nuestra presidenta prohibiendo la difusión de mensajes que fomenten la explotación sexual. En un año y medio, se logró que el 80% de los diarios dejen de publicar anuncios de promoción sexual o en los que se pedí­an ˮ˜señoritasˮ™ destinadas al comercio sexual. Los que se resisten a cumplir con esta medida, principalmente todos los medios gráficos del grupo Clarí­n, no se privan, sin embargo, de escribir editoriales y titulares contra la trata de personas, mostrando una vez más la doble moral del grupo que privilegia sus intereses económicos por sobre la dignidad de las personas. Los avances registrados demuestran los logros que tuvo la polí­tica contra la trata de personas, una problemática que ocupa un lugar importante en la agenda de este gobierno, que se ha abordado desde múltiples frentes y que se encuentra en permanente evaluación y perfeccionamiento. Prueba de ello es la modificación de la ley de trata que el Honorable Congreso de la Nación aprobó en sesiones especiales a fines de 2012, que augura cambios sustanciales en pos de una mejor detección de los casos de explotación y de la protección de los derechos de las ví­ctimas. Sólo con una firme decisión polí­tica se pueden combatir los delitos complejos como la trata de personas, y no quedan dudas de que nuestra presidenta Cristina Fernandez de Kirchner ha demostrado un férreo compromiso para con la erradicación de este flagelo, que ha sido crucial para lograr los avances obtenidos y dar visibilidad a esta problemática que estaba naturalizada en la sociedad y que nos involucra a todos, ya que sin clientes no hay trata.