Ayer 14 de enero la Legislatura Provincial aprobó el presupuesto para el ejercicio 2016 a propuesta de la Gobernadora María Eugenia Vidal. La elaboración del proyecto, las negociaciones previas y el resultado final son muestras de la improvisación y la desprolijidad con que maneja la Gobernadora su gestión, situación que se evidenció también el episodio mediático y payasesco de la búsqueda de los 3 “profugadosˮ del Penal de Alvear.
Mucho se ha construido mediáticamente en torno a las discusiones relativas a esta aprobación y, sobre todo, a la posición política que tomaría el bloque del FPV sobre el endeudamiento récord que exigía la gobernadora como condición de “gobernabilidadˮ que llegaba a la cifra de $110 MM en el proyecto original superando, incluso, el monto total del stock de deuda acumulado de la Provincia.
El Presupuesto se presentó en la legislatura por mesa de entradas el día 16 de diciembre, aunque su contenido había tenido difusión mediática con anterioridad. Fue así que los legisladores nos enteramos por los medios de comunicación del endeudamiento al que la Gobernadora pretendía someter a la Provincia.
Un dato que ilustra la situación es que el ministro Hernán Lacunza vino a la legislatura antes del ingreso oficial del texto, sin la copia firmada por la Gobernadora pretendiendo conducirnos a una discusión apresurada y a ciegas.
El proyecto ingresado no contenía ningún anexo analítico con el desagregado de las obras y políticas públicas que pretendían financiarse con la suma solicitada, de hecho se preveía la creación de un “fondo de liquidezˮ de $30 MM que directamente no indicaba destino alguno para esa enorme suma de dinero, incumpliendo los artículos 47 y 48 de la Constitución Provincial.
Todo esto avalado únicamente en las declaraciones públicas de la Gobernadora y sus ministros acerca de una “Provincia quebradaˮ, afirmación que no se corrobora con el propio accionar de Vidal y su jefe Mauricio Macri en el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que desde 2007 que tiene una deuda del 28% de su Presupuesto, mientras que la Provincia tiene un 30%, sometiendo a la CABA a un endeudamiento verdaderamente extraordinario, aumentando la deuda en dólares de 2007 a la fecha un 221%, siendo este el distrito que tiene el PBI más alto de todo el país.
En definitiva intentaron endeudar al pueblo de la Provincia como nunca antes, sin dar explicaciones de ningún tipo y con fundamentos políticos y económicos falaces. Nunca, en el lapso de tiempo entre que se presentó el proyecto y finalmente se aprobó, los legisladores tuvimos acceso a constancias certeras que documentaran la necesidad de semejante cheque en blanco.
Mientras esto sucedía en la Legislatura, Macri y Vidal fueron confirmando nuestros peores pronósticos y cumpliendo a rajatabla los mandatos de las corporaciones; miles de trabajadores perdieron sus puestos de trabajo, hubo sangrientas represiones, se enunciaron medidas contra la libertad de expresión y el Presidente se negó sistemáticamente a convocar a sesiones extraordinarias al Congreso Nacional para poder gobernar mediante una catarata de DNU.
Para facilitar las negociaciones, el equipo económico provincial fue reduciendo el monto de endeudamiento como si de vender un auto se tratara, siempre con la misma actitud de irrespeto a nuestra función legislativa y con la misma falta de explicaciones que justificaran los montos. Así se llegó a un presupuesto que prevé, en su artículo 32, un endeudamiento genérico por $60 MM sin tampoco especificar claramente destinos, obras, políticas, tasas de interés ni condiciones de los préstamos a solicitarse como la Constitución Provincial exige.
Con el mandato de ser una oposición responsable con el Pueblo y no con el desgobierno de la represión y el ajuste propusimos un monto que entendimos razonable de $35 MM que cubría no solo el déficit presupuestario, sino también la reestructuración de deuda ya emitida y la posibilidad de afrontar obras públicas ya comprometidas. Este monto es incluso superior al que se le habilitó al gobernador Scioli durante 2015.
Además exigimos un fondo a distribuirse automáticamente en los municipios para que los intendentes, de cualquier signo político, tuviesen garantías de poder continuar gestionando.
Somos hijos de un tiempo político en el cual la Argentina vivió un inédito proceso de desendeudamiento, recuperando su independencia económica y su soberanía política y tenemos un mandato de quienes nos votaron para profundizar ese camino, aun a pesar de los intentos por volver a arrastrarnos al sometimiento colonial. Eso justifica nuestro voto en contra del endeudamiento que consideramos excesivo, injustificado e irresponsable.
Si el gobierno provincial tiene un compromiso real con sus habitantes y pretende, como dicen, “saldar la deuda socialˮ, los instamos a que lo hagan sin que esta deuda se pague a costa de que bonaerenses pierdan sus trabajos, sean violentamente reprimidos, y se traslade el costo económico a las generaciones futuras que deberán afrontar el pago de la deuda como nosotros lo hicimos los últimos 12 años.
Néstor Kirchner no solicitó jamás un cheque en blanco, ni siquiera cuando tuvo que ponerse la Patria al hombro para sacarla del infierno, ¿por qué habríamos entonces de dárselo a la Gobernadora Vidal? Nuestro País, el que construimos todos juntos con el liderazgo de Cristina, es un país cómodo para la gente, no para los dirigentes, y nosotros elegimos ayer como siempre poder seguir mirando a quienes nos votaron a los ojos con la tranquilidad de haber cumplido nuestra tarea.