Política

La violencia institucional como polí­tica de Estado

El asesinato de 4 jóvenes en San Miguel del Monte, tres de los cuales eran menores de edad, es consecuencia de la doctrina de seguridad interior que Cambiemos instaló entre las fuerzas de seguridad provinciales y nacionales. Sin una conducción civil ni órdenes polí­ticas claras, la Policí­a Bonarense volverá a cometer una masacre de estas caracterí­sticas en cualquier momento.
por La Cámpora
23 may 2019
En la madrugada del lunes, los cinco jóvenes viajaban en un Fiat 147 cuando comenzaron a ser perseguidos por dos móviles de la Policí­a Bonaerense que les disparaban, motivo por lo cual el auto impactó contra un camión detenido. El fiscal general de La Plata Héctor Bogliolo, confirmó que la Policí­a tiró contra el vehí­culo y que se encontró una bala en el cuerpo de una de las ví­ctimas. Asimismo, el funcionario indicó que hasta el momento todo demostrarí­a que las cinco personas que viajaban en el vehí­culo no manifestaron ninguna actitud sospechosa, que estaban cantando y mostrándose alegres. La situación, denunció, “no amerita el uso de arma de fuego de ninguna manera". A la luz de los acontecimientos, se desafectó al jefe de la comisarí­a y a dos policí­as de San Miguel del Monte que actuaron en el hecho, en una medida que buscó descomprimir el clima social que se vive en el pueblo, pero que no resuelve el problema de fondo: el autogobierno policial promovido por el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Cristian Ritondo, a modo de “pactoˮ con los jerarcas de La Bonaerense para mantener una convivencia pací­fica mientras se entretiene a la población con una supuesta “lucha contra las mafiasˮ que es puro maquillaje. Los cuatro menores eran amigos del secundario y, según trascendió, solí­an juntarse en la costanera para rapear y andar en skate. Gonzalo Domí­nguez tení­a 14 años, Camila López y Danilo Sansone, 13. Quien manejaba, Aní­bal Suárez de 22 años, era el primo de un compañero de colegio de los jóvenes. Rocí­o Guagliarello, de 13 años, permanece internada en grave estado en el Hospital de Alta Complejidad El Cruce-Néstor Kirchner de Florencio Varela. Familiares, amigos y vecinos de las ví­ctimas realizaron una movilización en pos de exigir justicia al gobierno. “Nos acribillaron a los nenes. Están las cámaras, está todo. A la nena le sacaron un tiro de un glúteo. Hicieron un desastre, quisieron tapar todo. Se llevaron el auto en dos segundos cuando habí­a chicos muertos en el lugar. Fue una persecución a muerteˮ, declaró a la prensa el padre de Danilo, una de las ví­ctimas de 13 años de edad. Quien a su vez amplió: "Era un chico bueno, jugaba a la pelota, a los autitos, iba a la escuela. No robaba, no tomaba alcohol, no se drogaba. Se asustaron porque los perseguí­an y los balearon por la espalda. Los hicieron pedazos". En el mismo sentido, se difundió un video en el cual un testigo del hecho filmó la persecución, en que pueden oí­rse los disparos junto a la voz del vecino que señala: “Se escucharon unos tiros dónde está la policí­aˮ. De esta forma, se desmiente la versión inicial aportada por Ritondo, quien indicó que los efectivos, en su declaración, dijeron apuntar al auto con una linterna, negando haber disparado armas de fuego. Este caso no es aislado, sino que se concatena con una serie de acciones que viene llevando adelante el gobierno de Mauricio Macri. La violencia institucional legitimada por medio de la “doctrina Chocobarˮ ya se cobró otras vidas. El gobierno nacional intenta hacer campaña para repuntar su desgastada imagen producto de la crisis socioeconómica, reivindicando su polí­tica en materia de seguridad. Bajo la premisa de combatir el narcotráfico y el delito, estigmatizan la pobreza y se cobran las vidas de nuestros compatriotas. Es imprescindible recuperar un modelo de Estado que tenga una polí­tica de seguridad democrática, con conducción civil de las fuerzas de seguridad y órdenes claras para los efectivos policiales.
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