Política

Leales a nuestra historia

por La Cámpora
11 mar 2014
11marzoEl 11 de marzo de 1973, la fórmula Héctor Cámpora - Solano Lima obtení­a el 49,5% de los votos en las elecciones presidenciales. El resultado era más que una simple disputa electoral: significaba la derrota a los casi veinte años de proscripción del peronismo, la posibilidad del regreso de Perón a la Argentina y la primera aparición de una nueva juventud criada al calor de la proscripción. La candidatura de Cámpora, con Perón prohibido por una cláusula de residencia diseñada por la dictadura para evitar que se presente a elecciones, fue el reconocimiento a su incansable lealtad con el conductor del Movimiento. La elección de Cámpora como representante del peronismo demostró que la adhesión popular iba más allá de los nombres en las listas, y que la lealtad de Cámpora hacia Perón y de los trabajadores al peronismo se mantuvo incólume a pesar de los 18 años de proscripción. La llegada de Cámpora al poder trajo consigo el arribo del actor juvenil a la polí­tica democrática. Las crónicas del dí­a de la asunción hablan de una Casa Rosada “tomadaˮ por jóvenes que llenaban los palcos, los pasillos y también la Plaza, desde donde se escuchaba: “se van, se van y nunca volveránˮ. Muchos años después, un representante de esa generación, Néstor Kirchner, recibí­a en la Casa Rosada los atributos presidenciales de Héctor Cámpora, la banda y el bastón, como un sí­mbolo de los mismos valores con los que ambos ingresaron al gobierno. Néstor dijo entonces sobre Cámpora: “no dudó un segundo para fortalecer, cuando vio los peligros que amenazaban a la Argentina, no dudó un segundo en depositar y poner nuevamente el paí­s en manos del general Perón para que lo gobierne. No sé cuántos dirigentes son capaces o fueron capaces de tamaña lealtad, y estos son valores que son insustituibles en la conducta de los hombres y las mujeres para tenerlos como cualidades fundamentales y esencialesˮ. Algunos intentaron durante años disfrazar ese gesto enorme de lealtad como obediencia servil: es entendible que confundan lealtad con obediencia quienes nunca conocieron la lealtad. Esos mismos valores son los que nos permiten, hace ya diez años, construir todos los dí­as junto a Cristina el paí­s con el que soñó Héctor Cámpora y los miles de pibes que ese dí­a fueron a militar por su victoria y la de todo el peronismo. Hoy nuestra juventud vuelve a levantar la bandera de Cámpora como un sí­mbolo de la lealtad, la honestidad y el compromiso, antes que con personas, con un proyecto de paí­s más inclusivo y justo para todos los argentinos.
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