Política

LO PRIMERO DE LO NUEVO

por La Cámpora
29 oct 2011

Hay quienes aún no ven la “lunaˮ distraí­dos con el dedo se pierden (una vez más) de ser protagonistas de la historia. Hay quienes aún no se permiten los “baños de multitudˮ. Hay quienes se prohí­ben, encerrados en sí­ mismos, salir a contemplar el mundo. La historia los invita, les pide “que miren más los ojos de los argentinosˮ.


En todos los rincones de la Patria, ajenos a los “los profetas del odioˮ, miles y miles de jóvenes recuerdan todos los dí­as, con su militancia polí­tica que Donde se esté bien, allí­ está la Patriaˮ¦. Hoy, a un año de que í‰l ingresara en el comando celestial, en esta Plaza de “las grandes asambleasˮ se está bien; en esta Argentina del siglo XXI que nos encuentra unidos y no dominados se está bien.


Ese hombre al que el archivo fortalece, nos dijo: “Y un dí­a volvimosˮ.“Estamos acá, en el lugar que nos corresponde, el de militantes ciudadanos, recuperando la ciudadaní­a, recuperando el sentir de la Patriaˮ. Así es, ese hombre que un 25 de mayo de 2003 nos convocó a inventar el futuro reconstruyendo nuestra propia identidad. El hombre que nos pidió que “recordemos los sueños de nuestros patriotas fundadores y de nuestros abuelos inmigrantes y pionerosˮ, el sueño de “una generaciónˮ ˮ“la suya- “que puso todo y dejó todo pensando en un paí­s de igualesˮ.


En todo el paí­s, desde Usuahia a la Quiaca se recordó a ese hombre que nos ayudó a encontrarnos tras los tropiezos. Las plazas, las unidades básicas, las calles se llenaron de recuerdos. El 27 de octubre miles de jóvenes de manera simultánea realizaron homenajes al hombre que corrió el lí­mite de lo posible. La postal era de un dí­a diferente.


Hace un año Néstor pasaba a la inmortalidad y la ciudad que lo vió nacer se convirtió en el centro de los homenajes a Lupí­n. En la mañana, la compañera Cristina junto a Máximo y Florencia, familiares y compañeros de militancia, participaron de una ceremonia en el monumento donde descansará Néstor a partir de ahora. Durante el mediodí­a, en el Centro Comunitario Del Carmen, ubicado en el barrio donde Néstor empezó el sueño de gobernar Rí­o Gallegos, organizaciones sociales y polí­ticas, funcionarios y vecinos, imauguraron una estatua de nuestro compañero.


En ese mitico lugar, Carlos Zannini, realizó un emotivo discurso donde destacó: “Todos tenemos un pedazo de Néstor en nosotros, nos dejó a cada uno un legado. Todo el tiempo nos decí­a: ˮ˜hacé esto o aquelloˮ™. Nuestro deber es recordar esas cosas que nos pedí­a, recoger esos pedacitos de él que tenemos dentro y juntarlos. El pedacito cobra vida sólo si lo unimos y generamos el proyectoˮ.


Por la tarde, hubo otro homenaje a Néstor en el hotel Santa Cruz, lugar donde Néstor junto a sus compañeros pasó largas horas hablando de su pasión, la polí­tica, esa herramienta de transformación social que utilizó para crear el proyecto nacional que imaginó desde que dió sus primeros pasos militantes. Allí­ se descubrió una placa en honor al hijo predilecto de Santa Cruz que, desde la periferia de la Patrí­a, como llamaba él a su tierra natal, se metió en el corazón de todos los argentinos.


La Cámpora eligió recordarlo como lo que él quiso ser “Lo primero de lo nuevoˮ. En todas las provincias del paí­s se llevaron a cabo murales pintados por los compañeros que dejan la marca imborrable de su esencia, “el presidente militanteˮ, el compañero con grandes responsabilidades que supo estar a la altura de ellas y de la historia. En Plaza de Mayo una multitud se volvió a encontrar.


A un año de aquellas jornadas donde el pueblo se hizo visible para demostrar su amor por él, "volvimos a la plaza". Un año despues, las mismas banderas multiplicadas, las viejas y nuevas canciones, las convicciones intactas y el desafí­o de seguir rindiéndole homenaje todos los dí­as con trabajo y militancia. La promesa de aquel dí­a cumplida: la cuidamos a Cristina. La fuerza de él se convirtió en la fuerza de un Pueblo. El amor derrotó al odio.


Un cambio de aire. Un cambio de época. Entre la multitud se lo podí­a ver a él. Néstor estaba ahí­, en los pibes que sonrí­en con la seguridad que da sentirse los “únicos privilegiadosˮ, en las Abuelas y las Madres que los saben “hijo y nietoˮ de todas ellas, en los que la noche anterior le agradecieron por la memoria, la verdad y porque se hizo justicia, en los cientos de miles que “volvieron a creer en la polí­ticaˮ, en los jóvenes que asumieron el desafí­o de ser “alegres, ser motivadoresˮ y entendieron “que hay mucho por hacerˮ militando con lealtad y amor.


Néstor estaba ahí­ y en todas partes, vive en todos aquellos que en cualquier lugar de la Argentina guardan en su corazón el instante preciso donde él les encendió la llama de luchar por una Patria Grande más libre, más justa y más soberana. Néstor no se murió, vive en el Pueblo. Vive en todos nosotros, porque como dijo su compañera, la Presidenta coraje: "cuando uno tiene convicciones no importa ganar o perder, lo importante es vivir, y dar testimonio que uno vive para hacer honor a esas convicciones, de las que está seguro, de las que piensa, de las que dice y, fundamentalmente, de las que siente."

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