Política

Los mejores, los únicos, los métodos de Cambiemos

Otra vez, como hace mucho tiempo no pasaba, un grupito violento completamente funcional al Gobierno sirvió para darle a la policí­a la orden de organizar una cacerí­a, con el objetivo de encarcelar a manifestantes y darle a muchos medios de comunicación la excusa perfecta para embarrar la cancha, mentir y tergiversar.
por La Cámpora
2 sep 2017
Finalizado el acto central en el microcentro y cuando el grueso de los asistentes se habí­an desconcentrado, se produjeron incidentes cuyo origen todaví­a es dudoso: Un grupo de personas encapuchadas iniciaron algunos disturbios prendiendo fuego elementos e intentando derribar las vallas. Este tipo de episodios son los que supuestamente justifican la reacción policial. Las personas que salen a las calles a manifestarse no buscan llevar adelante actos vandálicos que desdibujen el motivo principal por el que reclaman. Asimismo, la presencia de policí­as de civil vestidos con camperas sin ninguna identificación, y de sectores de inteligencia, permiten sospechar que los desmanes fueron orquestados desde las propias fuerzas de seguridad para correr el eje de atención. En El Bolsón ocurrieron hechos similares y los videos muestran cómo los manifestantes repudiaron a los agresores que rápidamente huyeron en camionetas estratégicamente estacionadas en los alrededores. Desde el propio Gobierno y la prensa oficialista se dedicaron a instalar un clima de violencia para victimizarse y justiificar la represión. Llegaron a atribuirle a un grupo mapuche un incidente en Neuquén cuando en realidad se trató de un conflicto laboral. Los desmanes sucedidos a la medida del Gobierno en Plaza de Mayo fueron el puntapié para que la Policí­a de la Ciudad ejecutara una cacerí­a similar a la que realizó en marzo en ocasión de una marcha contra la violencia de género. Hirieron a 23 personas y arrestaron a otros 30, muchos de ellos periodistas de medios comunitarios. Es evidente que el objetivo de este Gobierno es criminalizar la protesta y censurar la información. Está demostrado que el Gobierno Nacional no tiene ningún lí­mite para llevar adelante sus objetivos. Ponen un gran empeño en encubrir la desaparición forzada de una persona, realizar operaciones de prensa, distorsionar la información. Pero ayer quedó demostrado que la ciudadaní­a no se deja amedrentar e hizo muy fuerte una pregunta, la que el Gobierno sigue sin responder: ¿Dónde está Santiago Maldonado?
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